sábado, 12 de marzo de 2011
LAS ADICCIONES.-
Las adicciones son simplemente formas de pensamiento que se repiten una y otra vez. Estos pensamientos se transmiten a nuestras neuronas y estas lo pasan a las células del cuerpo. Por ello, cualquiera que sea la adicción la sentimos físicamente en nuestros cuerpo y produce una necesidad extrema de querer hacer impulsivamente lo que en ese momento se convierte en la mayor prioridad.
Cuando voy adquiriendo una costumbre, al principio es totalmente inofensiva, algo que me produce satisfacción y es agradable para mi, por lo tanto es positivo ya que me hace sentir bien. Poco a poco la voy integrando en mi vida diaria. Por ejemplo, cuando hago una cosa determinada, después hago otra que me hace sentir bien, ya sea comer un chocolate,fumar un cigarro o cualquier cosa que yo encuentro placentera. También puede ser algo que en principio es desagradable como enfadarme por algo en concreto.
Si voy adquiriendo la costumbre de integrar ese hábito en mi vida cotidiana a una hora determinada o cada vez que alguien me dice una frase concreta, o simplemente cada vez que me despierto por la mañana y miro hacia algún lugar que es desagradable para mi, entonces se va convirtiendo en una rutina.
Cuando lo convierto en una rutina, mi cerebro automáticamente va a producir ese pensamiento que a su vez pasa a las neuronas y de ahí al resto de las células. A partir de ahí se convierte en parte de mi pasando a ser una adicción. Lo he integrado dentro de mi realidad y saltará siempre que se dé la condición adecuada. En el momento que se den las circunstancias ya sean verbales, de lugar, aromas o cualquier cosa que me haga relacionar ese momento con la forma de pensamiento repetitiva.
Existen cientos de tipos de diferentes de adicciones, he nombrado algunas al principio pero puede ser cualquier cosa, el sentirme víctima cada vez que se produce una situación determinada, ponerme triste a una hora concreta del día o simplemente sertirme una sufridora en un espacio determinado donde en algún lugar de mi mente se guardó un recuerdo de dolor .
Una vez que esa forma de pensamiento ya se ha convertido en parte de mi, se integra totalmente en mi mente, mis emociones y mi cuerpo, tanto es así que siento que si no puedo quitármelo de la cabeza, me pongo nerviosa y hasta mi cuerpo reacciona sintiéndome mal físicamente, a menudo se refleja como un cansancio extremo o una sensación de ansiedad incluso con palpitaciones repentinas sino consigo satisfacer mi deseo.
Es entonces cuando creo que es imposible pasar sin ello, lo he integrado de tal manera que ya es parte de mis células y cuando se han creado otras células a partir de las que ya tenía, las nuevas han nacido con esa adicción ya integrada en su memoria.
¿Que se puede hacer una vez llegado a este punto? ¿Cuando quiero cambiar y creo que me es imposible no sólo por que lo paso mal sino que también he podido intentar en varías ocasiones no hacerlo sin resultado alguno?
Una forma eficaz de librarme es crear una nueva realidad.
Cuando el pensamiento adictivo llega a mi cabeza, lo reconozco y lo primero que hago es sonreir. Sonrío por que sé que no me pertenece, que efectivamente es un programa que he dejado se instale en mi, pero no es parte de mi Ser, tan solo una programación. No me juzgo, no me auto-critico, no me castigo, simplemente soy consciente de que está ahí.
Al sonreir me ilumino por fuera y también por dentro, produzco un instante de felicidad y como es algo hermoso me permito disfrutarlo. Asi hago que mi sonrisa se expanda por todo mi cuerpo y la respiro. Respiro esa sensación de bienestar dentro de mi.
Sigo poniendo atención a ese estado de paz y me doy cuenta que cuando me sonrío de esa manera, mi Ser interior me devuelve la sonrisa. Esta situación me resulta divertida asi que no puedo evitar que mi sonrisa se vuelva mas grande!!
Y aquí, en este momento me recreo en esa amorosa situación, la disfruto hasta donde yo quiero, sin límites, sin barreras, si quiero poner música y bailar, bailo. Si quiero cantar, canto. Si lo que siento es agradecer desde lo mas profundo de mi interior a mi Ser ya mis células por ser capaces de iluminarse y disfrutar de esa manera, lo hago. Si lo que siento es un agradecimiento de todo corazón a la madre tierra, se lo expreso con todo mi amor.
Y así disfruto, hasta donde yo quiero...
Y poco a poco esta nueva forma de comportamiento se va grabando en mi memoria y en mis células y de la misma manera que antes me asaltaba el pensamiento destructivo, ahora un pensamiento feliz y hermoso se desata en mi cabeza cada vez que se den las condiciones apropiadas. Mi mente, mis emociones y mi cuerpo físico se van acostumbrando a esta nueva situación adquiriendo un hábito de gratitud, de bienestar y de sentirme en paz conmigo misma.
Loreto Alonso-Alegre Arana