martes, 21 de junio de 2011

Alimentación macrobiótica.-



En los últimos 3 mil millones de años ninguna otra especie animal sobre esta Tierra aprendió el arte de la cocina, el Hombre es el único que la aplica en su dieta diaria. Como resultado de su desarrollo intelectual que se incrementó con el consumo de granos de cereales durante millones de años, comenzó durante la era glacial a usar el fuego en busca de una adaptación a su medio ambiente. El fuego brinda energía, vitalizando las actividades físicas, mentales y espirituales. Por esta misma razón, el Hom­bre comenzó a construir su cultura y civilización.

En los comienzos, el fuego fue aplicado a su alimento, luego a produ­cir la vestimenta, más adelante fue aplicado a su vivienda, junto con la manufacturación de herramientas y equipos con los materiales naturales que lo circundaban. Gracias al fuego absorbido por su cuerpo en forma de alimento, y al fuego que lo rodeaba en forma de cultura, creció rápida­mente la conciencia emocional, intelectual, social e ideológica del Hom­bre. El Hombre se ha convertido en una especie totalmente diferente a las demás vidas biológicas sobre la Tierra. Prometeo logró liberar al Hombre de su ambiente para que no estuviese más subordinado a éste, y se halla­ra apto para adaptarse positivamente a administrar su propio destino.

Sin embargo, en la medida en que aplica el uso del fuego en los varios dominios de su vida, convirtiendo la suya en una sociedad tecno­lógica, comenzó a perder su habilidad para usar el fuego en una forma flexible a su ambiente natural, y se ha convertido en esclavo del ambiente del fuego artificial que ha crecido fuera de su control. La civilización especialmente en los últimos miles de años, ha proseguido su curso sin una cura adecuada basada en la comprensión de la vida y del orden del universo.

Internamente, el Hombre moderno, sufre ahora de varias enfermeda­des físicas y mentales debidas al uso de alimentos y bebidas artificiales y desnaturalizadas, y por respirar aire contaminado, todo producido por la acción del fuego; mientras que externamente está experimenta.’:'do di­versos conflictos y luchas, guerras y batallas .también resultantes de la aplicación del fuego. La actual corriente de humana de generación física y mental, social y espiritual, que se está ahora desarrollando en un a1cance tal que pueda conducir a la extinción del Homo sapiens, comenzó originalmente con el uso impropio del fuego, especialmente en la preparación de la comida, fuente de la adaptabilidad del Hombre a la Tierra.

Por ese motivo, es urgente y esencial que todos comprendan los principios culinarios que deben ser aplicados al alimento diario. Estos prin­cipios no solamente deben ser aplicados para asegurar la existencia del Hombre como especie humana, sino que también a un más gran desarrollo de la calidad de la humanidad, como el arte más grande producido por el Hombre. Por más que existan importantes obras de artes como las de Miguel Angel y Leonardo Da Vinci, Beethoven y Mozart y muchos otros, ninguno fue capaz de crear y cambiar la vida misma. Excepto el arte de cocinar aplicado a la vida diaria. El propósito del arte culinario es el de utilizar una parte del medio ambiente – minerales. agua, vida biológica, atmósfera, presión y tiempo – para transformar los platos más simples en las más prácticas y delicadamente condensadas formas desti­nadas a cambiar suavemente al Hombre en un ser saludable, feliz y libre.

Estos principios contienen los siguientes aspectos:

1. Todos los géneros alimenticios deben ser elegidos entre los productos orgánicos que crecen en la misma región y en la misma estación.

2. Deben representar todas las etapas de desarrollo biológico en su integridad – mayormente especies vegetales en los casos de adultos que no viven en regiones polares.

3. Estos géneros alimenticios deben mantener su vitalidad hasta el momento de su cocción y usados integral mente.

4. El fundamento de la comida diaria debe estar centrado en los cereales integrales.

5. Antes de aplicar fuego yagua, los alimentos picados deben ser cocidos separadamente – y no mezclados – para evitar inter­cambio de calidad.

6. Al cortar los alimentos, es preferible que cada trozo pueda representar las dos calidades Yin y Yang.

7. Durante el proceso de cocción, debemos evitar remover con demasiada frecuencia, y permitir en lo posible que los ali­mentos simples se mezclan solos durante el proceso natural de cocción.

Yin y Yang en la actividad humana

Un tipo de actividad Yin es más mental, emocional, intelectual y filosófico en actividades como las artes, música, arquitectura, planeamiento, contadurla, legales, admi­nistración, religión y espirituales, enseñanza, secretariado, literatura, planificación y pen­samiento.

Las actividades Yang son física y socialmente más dinámicas incluyendo trabajo manual, construcción, manejo de automotores, distribución y ventas, promoción, relacio­nes públicas, producción, política, artes marciales, deportes, danza y agricultura.

Los tipos Yin de actividad son los que están dedicados a aquellas nutridas por un tipo más Yin de alimentos (sus rostros son generalmente más alargados), mientras que los tipos Yang de actividad pertenecen a personas dedicadas a tareas resultantes de un consumo más Yang de alimentos (sus rostros son generalmente más redondos ó cuadrados).

Los siete niveles en el comer

Los hábitos en el comer de todos los pueblos de la Tierra pertene­cen, de acuerdo a sus estados de juicio y conciencia, a los siguientes 7 niveles:

1.° Nivel: Comer mecánicamente de acuerdo al apetito sin usar ningu­na clara conciencia. La gente de este nivel come cualquier cosa dispo­nible a su alrededor. Su forma de vida es responder mecánicamente sin pensamiento ni idea a cualquier estímulo externo.

2.° Nivel: Comer de acuerdo a un deseo de los sentidos, como el gus­to, color, olor y volumen. La gente de este nivel es la que sigue los gus­tos populares buscando alimentos que satisfagan los sentidos procuran­do un placer sensual y satisfacer sus deseos para cualquier cosa es su forma de vida.

3.° Nivel: Comer de acuerdo a una satisfacción emocional. Dichas personas prefieren una atmósfera y arreglo de platos que apelen a su confort sentimental, usando muchas veces música, velas y ciertas formas de platos por razones estéticas. Algunos de ellos abogan por el vegetaria­nismo por la razón sentimental que no desean matar vida animal.

4.° Nivel: Comer de acuerdo a una justificación intelectual. Está gene­ralmente basada en teorías sobre nutrición que incluyen los conceptos de calorías, vitaminas, enzimas, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y muchos otros componentes alimenticios. Esta es la forma teórica de co­mer de la sociedad moderna, pero su defecto es la falta de una visión clara de la naturaleza biológica de la humanidad en relación al medio am­biente, y la ausencia de un verdadero principio comprensible.

5.° Nivel: Comer de acuerdo a una conciencia social. Está basado en la idea de una justa distribución, a menudo por un principio igualitario. Al mismo tiempo, la ética y la moral así como una conciencia económica controlan los tipos y volúmenes de alimentos consumidos. Pertenece a este nivel el control en la producción y distribución de alimen­tos. También la economía nacional e internacional administra muchas veces los programas alimenticios en este nivel.

6.° Nivel: Comer de acuerdo a creencias ideológicas. Corresponden a este nivel, todas las formas de comer basadas en las tradiciones religio­sas y espirituales: el Judaísmo, Hinduismo, Budismo, Taoísmo, Shintoismo y muchas otras enseñanzas tradicionales incluyen disciplinas dietéticas.

Esta forma de comer es observada ciegamente o ignorada en la sociedad moderna.

7.° Nivel: Comer de acuerdo a una conciencia libre. Esta forma es la de comer de acuerdo a un claro e intuitivo juicio, ejercitado libremente. Esta forma intuitiva de comer no se opone a ningún tipo de alimento, pero selecciona y prepara automáticamente el que más cuadra al medio am­biente. Esta es la forma de comer para poder realizar nuestros sueños.

Los niveles bajos del comer producen más falta de armonía entre la gente y el ambiente natural, resultando en un caos físico, mental y espiri­tual. Los niveles más altos producen más armoniosas relaciones con el medio ambiente. Con todo, la forma de comer expresada del 1.° al 6.° nivel resultan eventualmente en desorden. Solamente el 7.° nivel puede asegu­rar buena salud y felicidad individual y para la sociedad en conjunto. Esta forma de comer comienza con la comprensión del orden del universo y la clarificación biológica de las conciencias veladas a través de la práctica de una dieta adecuada por un periodo de tiempo.

Michio Kushi

Fuente: El libro de la Macrobiótica