sábado, 4 de junio de 2011

Oligoelementos para estar sanos.-


Los oligoelementos son sustancias químicas que se encuentran en pequeñas cantidades en el cuerpo para intervenir en su metabolismo. El cuerpo no los puede producir, aunque los necesita para vivir y estar sano.

Llevar una dieta equilibrada en nutrientes, grasas y oligoelementos es necesario para que nuestro sistema inmunitario produzca las defensas necesarias que eviten enfermedades o que las células degeneren demasiado rápido.Globulos rojos - Anemia

Normalmente, no faltan los oligoelementos en la dieta, pero la presencia de productos artificiales, cada vez más comunes en los alimentos, causa la supresión de éstos.

Los oligoelementos más importantes son:

Calcio: equilibra el sistema nervioso, forma huesos y dientes y regula un nivel correcto de coagulación de la sangre. Está relacionado con los calambres, el insomnio, los dolores menstruales fuertes y el síndrome premenstrual, palpitaciones cardíacas y estados de nerviosismo.

Cobalto: ayuda a prevenir la osteoartritis y combate la anemia. Es necesario para la absorción de la vitamina B12, combate la somnolencia y la fatiga crónica, también dolores abdominales, la hipertensión arterial y algunas alergias y migrañas.

Cobre: forma parte de órganos como el hígado, cerebro, riñones y corazón y sirve para prevenir infecciones de las vías respiratorias, reumatismos. Ayuda en casos de infertilidad, acné.

Flúor: ayuda a prevenir la caries dental, las uñas quebradizas, caída del cabello, osteoporosis, raquitismo.

Fósforo: es importante para los huesos y dientes, suministra energía y en la formación de proteínas. Muy útil para los niños con trastornos del crecimiento, para quienes adelgazan sin quererlo, para el estrés, en las contracturas musculares, en la fatiga física o emocional.

Hierro: es componente fundamental de la hemoglobina, alrededor de un 75% de la sangre.

Manganeso: es importante en la formación de algunas enzimas, su carencia produce pérdida de peso, dermatitis y náuseas, participa en funciones sexuales y reproductoras. En el cuerpo se encuentra en el hígado, huesos, páncreas e hipófisis. Protege por su efecto antioxidante, por ello se utiliza en los procesos de infecciones gripales, en trastornos alérgicos, en vértigos, en migrañas, en trastornos de la memoria, dolores articulares, etc.

Magnesio: interviene en la irritabilidad, cansancio, calambres, palpitaciones y cuida el tono de la piel, ayuda a combatir la depresión, el estrés, el nerviosismo, los trastornos del ritmo cardíaco, los trastornos prostáticos, en las enfermedades autoinmunes.

Potasio: facilita los intercambios celulares e intracelulares. Ayuda en los trastornos cardiovasculares, especialmente cuando se toman diuréticos, es útil, para las alergias, el insomnio y el reumatismo crónico.

Selenio: neutraliza los radicales libres y retarda la formación de la miopía y cuida la piel. Ayuda a prevenir enfermedades de la próstata, se dice que es el oligoelemento anti-cáncer, por ello es bueno para los fumadores, los alcohólicos y quienes toman habitualmente muchas drogas. Aumenta la libido, es útil en casos de impotencia. Si se toma en dosis altas puede ser cancerígeno.

Sodio: ayuda a hidratar el cuerpo y actúa en la elasticidad de los músculos.

Yodo: se utiliza en casos de obesidad por hipotiroidismo, debilidad muscular, reumatismo, colesterol y triglicéridos elevados, dolores menstruales intensos, hipertensión arterial y nerviosismo.

Zinc: colabora en la cicatrización de las heridas, favorece el crecimiento del feto en mujeres embarazadas, interviene en la formación del colágeno y de la elastina de la dermis, favorece el tránsito intestinal y participa en el funcionamiento de la próstata y de los ovarios.

Nos puede sorprender que algunos elementos, que nos parecen extraños a los seres vivos, se encuentren en nuestro cuerpo, siendo necesarios para que este funcione bien. Por ejemplo, sin Cobalto nos faltaría la vitamina B12, de cuya estructura forma parte y que es imprescindible para la formación de células sanguíneas. El Selenio potencia la actividad antioxidante de la vitamina E. El Yodo es parte de la estructura de las hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo. El Cromo ayuda a que las células aprovechen la glucosa para obtener energía. Menos conocidos son el Molibdeno y el Manganeso, sin los cuales algunos sistemas enzimáticos no funcionan correctamente.

La oligoterapia es la utilización de determinados minerales y metales en el tratamiento de diferentes problemas de salud.

Diátesis es la predisposición del cuerpo a padecer una enfermedad, puede ser heredada (genética) o adquirida por factores ambientales. Cuando se produce una enfermedad, es tan importante el causante, como la persona que la padece, por ello no basta con eliminar el causante, sino que hay que trabajar también el “terreno” donde se introdujo para evitar nuevas invasiones.

La oligoterapia utiliza oligoelementos, que en el cuerpo nos ayudan a reactivar la inmunidad frente a procesos infecciosos.

En los seres vivos, las funciones de las células serían imposibles si las reacciones que pasan entre ellas fueran demasiado lentas. Las enzimas aumentan la velocidad de estas reacciones haciendo que los procesos sean más rápidos.

Los científicos ahora empiezan a descubrir los efectos y relaciones entre minerales en el cuerpo humano, cómo los minerales ayudan a mantener un equilibrio sano y qué efectos adversos provoca la falta de minerales.

Situaciones, como el estrés, la práctica de ejercicio físico, o dietas muy estrictas y poco compensadas, provocan desequilibrios en nuestro cuerpo. Algunos síntomas de estas situaciones deficitarias son calambres musculares, caída de cabello, fatiga general, etc.

Los naturópatas utilizamos los oligoelementos como tratamiento cuando encontramos, que estas sustancias se encuentran por debajo de las cantidades requeridas en el cuerpo.

Una forma rápida para descubrir las concentraciones de oligoelementos en el cuerpo se hace con una muestra de cabello y enviándola a un centro especializado para determinar la cantidad de oligoelementos presentes en ellos.

Todos los elementos que necesitamos las personas podemos encontrarlos en perfecto equilibrio en el mar, listos para ser absorbidos por nuestro cuerpo. Pero, no todos los mares tienen la misma fórmula mineral.

JOSEP MASDEU BRUFAL

Naturópata