viernes, 22 de julio de 2011

EJERCICIO DE LIMPIEZA ESPIRITUAL.-

ejercicio de Limpieza Espiritual

Haz una lista con aquellas situaciones que te limitan espiritualmente.

Cierra los ojos. Concéntrate en tu respiración. Relaja el cuerpo.

Cuando estés listo, imagina tus raíces extendiéndose dentro de la tierra, desde la planta de tus pies y la base de la columna.

Cuando exhales, imagina que despides todas las tensiones o las toxinas de tu cuerpo, por tus raíces hacia la tierra, donde son recicladas.

Cuando tus raíces hayan profundizado todo lo posible y tu cuerpo se sienta más liviano y abierto, revierte el proceso y comienza a extraer energía de la tierra. La energía terrestre es reparadora y nutritiva. Continúa exhalando tensiones y toxinas e inhalando esta reparadora energía terrestre.

Visualiza la energía terrestre que se eleva desde el centro de la tierra, moviéndose a través de todos los chakras, para luego surgir por la parte más alta de tu cabeza en un gran chorro de luz liquida. Observa como fluye, derramándose en cascada a tu alrededor, como una fuente de luz, como limpia y purifica tu cuerpo, equilibrando y armonizando todos tus chakras.

Sigue respirando suave y rítmicamente. Percibe a todos tus chakras llenos de luz. Cuando estés listo, imagina ramas de energía que brotan desde lo alto de tu cabeza, conectándote con la luna, el sol, los planetas de nuestro sistema solar, las estrellas y el cielo. Siente que esta energía, como una cascada, se vuelca por esas fibras, llenando tu chakra de la coronilla de modo tal que lo hace refulgir de luz celestial.

Chakra por chakra, deja que la energía se vierta por tu cuerpo hacia abajo tal como antes la dejaste ascender. Deja que llene de luz tu Tercer Ojo, tus oídos y garganta, tu timo, tu corazón, tu plexo solar, tu chakra sexual y el de la raíz. Siente como se vierte por tus raíces, entrando a la tierra de modo tal que también el planeta comienza a relumbrar con más potencia.

Ahora las energías del Cielo y de la Tierra fluyen por cada chakra, entretejiéndolos y vinculando tu cuerpo con el universo. Siente a todos tus chakras al mismo tiempo. Siéntete como un arco iris de luz viviente, conectado con el universo y con el Creador, conectado con la tierra y cimentado.

Repara en tu respiración. Cobra nuevamente conciencia de tu cuerpo, del sitio donde estas sentado. Cuando estés listo, abre los ojos y contempla el mundo a tu alrededor.

Lee tu lista de limpieza. Luego busca la siguiente página en blanco y traza una línea vertical por el centro de la página. Rotula el lado izquierdo RETENCION y el derecho, LIBERACIÓN.

Pon las manos en el corazón y centra tu atención.

Elige uno de los problemas de tu lista para examinarlo. Permítete sentir de verdad el problema. Experimenta todas las maneras en que ha afectado tu vida.

Repara en tu respiración. Observa el estado de tensión o relajación de tu cuerpo. Cuando aspires, imagina que estas aspirando luz. Cuando exhales, exhala cualquier tensión, cualquier dolor que haya en tu cuerpo.

Vuelve en el tiempo a tu primer recuerdo de haber sentido eso. Cuando ocurrió? Quien o que cosa despertó esa sensación en tu interior?

Cuando aspires, aspira compasión, para ti mismo y para cualquier otra persona que haya estado involucrada. Cuando exhales, exhala censura y culpa.

Cuando hayas explorado ese sentimiento, experimentándolo en todos sus aspectos, en tu mente y en tu cuerpo, de donde vino y adonde te ha llevado, que te ha enseñado, pregúntate si estás listo y dispuesto para librarte de él. En ese caso anótalo bajo la columna de LIBERACI?N. De lo contrario, ponlo en la columna de RETENCION.

Repite esto mismo con cada problema de la lista.

Repara en tu respiración. Cobra nuevamente conciencia de tu cuerpo, del sitio donde estas sentado. Cuando estés listo, abre los ojos y contempla el mundo a tu alrededor. Dedica unos minutos a observar cualquier cambio en tu modo de sentir, física, mental y emocionalmente. Algunas personas se sienten algo mareadas después de hacerlo. Otros más cerca de la tierra. Se lo que sientas y reconócete por el trabajo de limpieza interior que has hecho. Levántate y camina.

Publicado:Pedro N. Fernandez