viernes, 14 de octubre de 2011

Diseñan un circuito genético que detecta cuándo una célula se vuelve cancerosa para forzar su muerte.-

rosario3.com

Se trata de diferenciar las células sanas de las tumorales gracias a sus diferentes perfiles de microRNA y provocar la muerte solo de las cancerosas.

© Desconocido

Cuando una célula se vuelve cancerígena su química interna se altera. En concreto, hay unas moléculas involucradas en la expresión génica llamadas microRNA (miRNA), cuyos niveles aumentan o disminuyen de manera considerable.

Un equipo dirigido por el experto en biología sintética Ron Weiss ha diseñado una secuencia de ADN que, cuando es introducida en el interior de una célula, detecta los niveles de cinco miRNAs específicos que se ven alterados en el cáncer cervical. Si tres de ellos están altos y dos bajos, el circuito genético interpreta que esa célula es cancerígena y provoca la síntesis de una proteína llamada hBax que induce la muerte celular.

"Es una manera de diferenciar células sanas de tumorales gracias a su diferente perfil de microRNA y provocar la apoptosis (muerte) solo de las cancerosas", explica Ron Weiss a SINC desde su laboratorio en el recién inaugurado y todavía lleno de cajas Centro de Biología Sintética del MIT. Los resultados fueron publicados en la revista Science el pasado 2 de septiembre.

Ron Weiss reconoce que hay más de 700 miRNAs humanos identificados y que cada tipo celular tiene un perfil diferente. Una posible aplicación terapéutica en humanos es todavía lejana. Pero defiende que es una aproximación novedosa que nadie había conseguido antes y "una prometedora demostración de lo que la biología sintética es capaz de conseguir".

Para Luis Serrano, director del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, "es muy interesante y un gran paso en la biología sintética. Un circuito capaz de detectar varias señales y asegurarse de que solo se activa cuando la célula es cancerosa, es realmente un gran paso adelante que abre nuevas posibilidades".

Weiss explica que "en teoría es cierto que si tuviéramos esta secuencia genética en nuestras células, ellas mismas se suicidarían al volverse tumorales ante algunos tipos de cáncer, pero esto es complicadísimo, cada tumor tiene su propio perfil de microRNA’s, y hay muchos factores desconocidos".

Una aproximación más realista que el equipo de Weiss está contemplando es terapéutica, para tratar el cáncer una vez ya ha sido diagnosticado. La idea sería hacer una biopsia del tumor, extraer células cancerígenas, identificar varios miRNAs que hayan aumentado o disminuido de nivel, diseñar una secuencia de ADN específica para identificar estos niveles y, por medio de terapia génica, introducirla en las células tumorales para que induzcan selectivamente su muerte.

"Con el vertiginoso progreso de la biología sintética, esto pronto podría hacerse en una semana. Lo limitante ya no es la síntesis y ensamblaje de ADN, sino la computación", asegura Weiss, quien reconoce que uno de los principales inconvenientes a superar son los falsos positivos y negativos.