viernes, 25 de noviembre de 2011

Los animales también tienen derechos.-

Todos los años, sólo en Estados Unidos se sacrifican más de 25 mil millones de animales para su consumo. La cría en granjas de producción resulta cruel y ecológicamente devastadora.

Vacas, terneros, cerdos, gallinas, pavos, patos, gansos, conejos y otros animales son confinados en pequeñas jaulas muchas veces sin posibilidad de darse vuelta.

Se les priva del ejercicio para que todas las energías del cuerpo conduzcan a producir carne, huevo o leche para el consumo humano, se les alimenta con hormonas de crecimiento para engordarlos más rápido y se les altera genéticamente para que crezcan grandes o produzcan más de lo que la naturaleza originalmente propone.

Dado que el amontonamiento es uno de los principales causantes de enfermedades, los animales en las granjas industriales son alimentados y rociados con grandes cantidades de pesticidas y antibióticos que permanecen en sus cuerpos y que se transmiten a la gente que los consume, creando serios riesgos para la salud.

Las gallinas se dividen en dos grupos: las ponedoras y de engorda. Se colocan de cinco a seis gallinas ponedoras en una jaula de tela metálica de 35 centímetros y éstas son apiladas en varios niveles.

Dado que las gallinas se encuentran en un lugar superpoblado, se mantienen casi en la oscuridad y se les corta el pico con cuchillas candentes, sin anestesia, para evitar que se picoteen entre ellas hasta morir. La tela metálica de las jaulas las despluma, les irrita la piel y las deja lisiadas.

Los animales que más sufren el cruel encierro y las privaciones en las granjas industriales son los novillos, cría macho de las vacas lecheras, criados para el consumo de carne de ternero.

Luego de que se les separa de sus madres tan sólo algunos días posteriores a su nacimiento, se les encadena en establos de 55 centímetros de ancho con pisos de listones que les causan severos dolores en patas y articulaciones.

Dado que la leche de su madre es utilizada para el consumo humano, se les alimenta con un sustituto de la leche que contiene hormonas, pero carece de hierro. Esto les produce una anemia que mantiene su carne tierna y de un color pálido, dejándolos muy débiles. Cuando se sacrifican con sólo 16 semanas de vida, por lo general ya están enfermos o lisiados para caminar. Uno de cada 10 terneros muere en reclusión.

El 90% de todos los cerdos son recluidos en algún momento de sus vidas, y 70% son mantenidos en reclusión permanentemente. A las cerdas se les mantiene preñadas o amamantando continuamente y se enclaustran en estrechos establos de hierro sin que puedan darse vuelta.

Si bien los cerdos son animales tranquilos y sociales por naturaleza, recurren al canibalismo y muerden las colas de los otros cuando están en corrales repletos, además desarrollan conductas neuróticas cuando los aíslan y encierran.

Los “derechos animales” es un término popular empleado para describir a quienes han trascendido una postura del “bienestar animal” (la reducción del sufrimiento más que la abolición de la causa original) hacia una filosofía que, tanto como sea posible en la práctica, busca permitir a los animales que sigan los dictados de la naturaleza libres de la interferencia humana.

Todas las especies, incluyendo la humana, comparten características similares, tales como la capacidad de sentir dolor, miedo y hambre.

La humanidad practica el especismo: discriminación contra los animales simplemente por no ser de nuestra misma especie. El especismo, como el racismo, es irracional y está perpetuado por la ignorancia y ciertas sutiles coacciones.

Los humanos siguen permitiendo el uso de millones de animales para la alimentación; la ciencia, investigación médica; experimentación de medicamentos, productos de limpieza y cosméticos, artículos para el hogar; la agricultura, clonación, xenotrasplantes; para vestir, cuero, lana, seda, y para la diversión, incluyendo mascotas, caza y pesca, carreras de caballos y perros, acuarios, circos, zoológicos y parques safari.

Los animales no son más que meros artículos de consumo, sacrificados y explotados en nombre de las ganancias, la avaricia, el “progreso” y el “entretenimiento”.

Anatómicamente la mano del hombre es prensil para trepar y recolectar frutas, y sus dientes delanteros rectos y molares planos son para cortar vegetales y mascar semillas.

Nutriólogos han comprobado que el ser humano puede vivir perfectamente, y con menor riesgo de enfermedades si es vegetariano en cualquiera de sus modalidades.

Si cada persona tuviera que ir a los mataderos a conseguir su propia carne o si las paredes de los mataderos estuvieran hechas de vidrio, tal vez un gran porcentaje de la población mundial sería vegetariana.

La grandeza de una nación
y su progreso moral pueden medirse
por el trato que reciben sus animales.

Mahatma Gandhi

Vegetarianos más allá de una moda

La palabra vegetariano (vegetarian en inglés) fue acuñada por los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en el año 1842, y deriva de la palabra latina vegetus, que significa "completo, sano, fresco o vivaz". El significado original de esta palabra implica un equilibrado sentido filosófico y moral de la vida, que va mucho más lejos de una mera dieta de verduras y frutas.

El vegetarianismo es un paso esencial en pos de una sociedad mejor, y se refiere a la práctica alimentaria que evita la ingestión de todo tipo de carnes de origen animal.

El término vegetariano (a secas) engloba a todas las personas que en sus dietas no incluyen carnes de ningún tipo. Es interesante conocer las diferentes variantes que está palabra contiene y que podríamos clasificar del siguiente modo:

Ovo Lacto - Vegetariano

La palabra vegetariano deriva del latín vegetus, es decir, “sano”. Estos seguidores evitan el consumo de productos de origen animal pero consideran importante complementar la dieta con huevo y leche que aportan las proteínas vitales en la alimentación. A partir de dicho hábito se trata de evitar problemas como arteriosclerosis, alteraciones del metabolismo, carcinomas intestinales, entre otros.

Crudívoro

Siguen una alimentación vegetariana compuesta de frutas y verduras lo menos descascarados posible y, sobre todo, no cocidos. Este consumo crudo tiene como objetivo principal evitar al máximo la pérdida nutritiva que se produce con la cocción. Los crudistas, como también se les llama, acusan a la cocción, y con mucho fundamento, de hacerles perder a los alimentos parte de su contenido de proteínas, azúcares, grasas, sales minerales y vitaminas.

Esteinerianos

También llamados biodinámicos, por la biodinámica, ciencia estudiada por el doctor Rudolf Esteiner, que se ocupa no sólo de la calidad y cantidad del producto agrícola sino de regenerar el terreno empobrecido por cultivos continuos, lo que causa que los nutrientes de los alimentos que consumimos sean cada vez más pobres.

El modelo de agricultura biodinámica propuesto por Steiner es una verdadera terapia para la tierra. Para la preparación del estiércol y para irrigar los terrenos y los cultivos se utilizan preparados dinámicos que son verdaderos fármacos naturales dinamizados como los productos homeopáticos y estudiados en armonía con los ritmos de la tierra y del consumo. Los procedimientos respetan las leyes biológicas del mundo animal y vegetal que determinan la fertilidad del terreno, robustez de las plantas y su productividad.

Eubióticos

Los seguidores de la eubiótica, ciencia del bien y de la vida, etimológicamente del griego eu (bien) y bios (vida), profundizan en aprender de la naturaleza y de sus leyes a través de la agraria, que es la ciencia que enseña a hacer uso con inteligencia de los productos de la tierra, que han sido creados para la vida, y para el bienestar y desarrollo del hombre.

El principio más relevante y en el que se basa la eubiótica es el de secundar los mecanismos digestivos naturales de nuestro organismo, combinando correctamente los alimentos y evitando de forma particular asociar alimentos proteicos con carbohidratos.

Frutarianos

Propugnan el no consumo de productos basados en carne y verdura a cambio de una ingesta más abundante de fruta. Esta teoría pretende volver a la que se considera la única alimentación natural, la del hombre prehistórico, pero que ignoraba las leguminosas y verduras. Los frutos secos y la fruta fresca tienen una gran importancia.

Granivorianos

Como su nombre indica, se basa en el consumo de alimentos en grano. Los granivorianos, como los vegetarianos, eliminan de su alimentación la carne y productos de origen animal.

Lacto-Cerelianos

Este régimen puede realizarse dentro de un marco de prácticas específicas. Es, por ejemplo, un régimen practicado por los yogas en la India, que no se ha impuesto en la práctica del yoga en occidente, pero que podría ser seguido sin problemas.

Propone alimentarse principalmente de productos lácteos y cereales. El objetivo de este régimen es el mismo que el del vegetarianismo. La salud, el bienestar y la pureza, pero también la armonización entre el cuerpo y el espíritu.

Veganismo

Un vegano es quien no consume productos o subproductos de origen animal, o testados sobre animales. El término original inglés vegan fue ideado en Londres en 1944 por siete vegetarianos que se unieron para crear la Vegan Society, que sigue activa en Inglaterra.

El veganismo es una alternativa ética y sana al consumo y dependencia de los productos de origen animal no adaptados a nuestras necesidades físicas y espirituales. Se rechazan las carnes, pescados, lácteos, huevos, miel, y en general todos los productos derivados de los animales, incluyendo el cuero, pieles o incluso la lana. Se puede afirmar que es el estilo de vida más sano y respetuoso con los animales y la naturaleza.

Además de los múltiples beneficios personales derivados del rechazo de los alimentos o artículos de consumo obtenidos de la explotación cruel, injusta e innecesaria de los animales, la adopción del veganismo contribuye a paliar el hambre mundial, a proteger el medio ambiente y a mejorar la calidad de vida de todo el planeta, creando las condiciones idóneas para una convivencia social basada en la no violencia.

AMIGOS...NO ALIMENTO.-por Sadama