miércoles, 25 de enero de 2012

Alimentación consciente. Bioenergía y claves de la biosalud en el Nuevo Paradigma.-

Pantallazo-1

El mesénquima compensa los desequilibrios ácido-alcalino y oxido-reductores del organismo si bien su capacidad se ve reducida con el tiempo y los hábitos de vida.

La alimentación es un factor esencial que afecta de forma determinante los procesos bioelectrónicos del organismo.

La alcalosis y la oxidación,contienen las claves fundamentales para determinar donde se desarrollan las enfermedades de nuestra civilización en función del equilibrio alimentario escogido por el agente.

El análisis de los alimentos, bebidas y sustancias medicamentosas desde la óptica de la bioelectrónica determinan los valores reales del único medio externo que evidentemente tenemos para proteger y equilibrar el terreno biológico que es donde se desarrolla la vida.

Vincent en su estudio bioelectrónico realiza una fotografía instantánea del organismo y de cualquier medio externo que entre en contacto con él, reproduce un sistema eficaz , para el descubrimiento precoz de los desequilibrios y predisposiciones del terreno, la medida de la energía aplicable al impacto eficiente de terapias y la evolución de las enfermedades, la valoración de sustancias medicamentosas y el control de las aguas y de la alimentación.

El estudio de cada alimento, bebida o sustancia medicamentosa tiende a ser único y debe tener en cuenta sus cualidades biológicas y peculiaridades nutritivas y de actividad farmacológica.

Si tomamos en cuenta el análisis de tres líquidos fundamentales del organismo, como son la orina, lasaliva y la sangre, según el método de la bioelectrónica obtendremos tres parámetros que nos definen si el tejido fundamental, el mesénquima, esta oxidado-reducido y cargado o bien se presenta pobre en el contenido en sales minerales (resistividad).
Los alimentos, como pretendemos demostrar en este artículo, (medidos en condiciones especiales) frecuentemente se ubican en uno de los cuadrantes del diagrama BEV, clasificándose desde ácidos y oxidados hasta básicos y reducidos.

Por tanto, la clave fundamental consiste en reequilibrar el terreno hasta la normalidad mediante una dieta adecuada con los valores de la bioelectrónica, que compense o corrija los valores alterados desde el exterior: este es el objetivo real y final de cualquier aplicación de la metodología de análisis del organismo.

Una dieta como la mostrada en el esquema anterior indicaría que los procesos de oxidación se reducen mediante una mayor ingesta de algas verdes.

El nivel bacteriológico se ve reducido en los casos de alimentación basada en los parámetros anteriores.

El Agua que bebemos.

Es el constituyente principal de nuestro organismo. Si está muy cargada de sales minerales, no cumple más que parcialmente su función de vehículo de las reacciones de oxido-reducción y lo que hace es bloquear el sistema renal por sobrecarga de electrólitos.

Las sales minerales en exceso contenidas en la mayoría de las aguas de bebida son inasimilables y dan al agua un pH alcalino, favoreciendo así la aparición de cálculos renales y biliares, arteriosclerosis. sin ir más lejos, el agua idónea y óptima para beber no debería contener más de 5 mg/litro de nitratos.

El esquema de una alimentación consciente sería el siguiente:

Por tanto es clave la calificación de alcalinizante o acidificante de la composición alimentaria. La cuestión reviste un interés especial para los temas de nutrición, especialmente en los supuestos de equilibrio corporal, donde la desacidificación tiene un carácter prioritario.

No resulta extraño que a mayor desacidificación, menor es la incidencia de enfermedades tales como el cáncer e incluso puede llegar a ralentizarse el proceso de envejecimiento.

En alimentación el tiempo es primordial, y es el balance final el que debe ser alcalinizante, pues los alimentos constructores,
tanto vegetales como animales, son parte fundamental cuando queremos nutrir y deben ser correctamente equilibrados por las verduras.
Las proteínas de origen animal son un elemento altamente acidificante, siéndolo menos las de origen vegetal (menos ricas en purinas); todos los alimentos que se presentan en la naturaleza en forma de grano, como los cereales integrales, las legumbres o las semillas, que tienen carácter equilibrador.

Desde el punto de vista mineral, son preferibles las semillas de oleaginosas que los aceites obtenidos a partir de ellas, pues estos son sus
zumos y no son, por tanto, alimentos integrales. La integralidad, constituye una garantía del mantenimiento del equilibrio de la alcalinidad ya que contienen factores vitamínicos, oligoelementos y enzimas activadoras del metabolismo.

Una dieta rica en semillas oleaginosas aportaría vitamina B necesaria para la regulación del sistema nervioso central. (SNC), favoreciendo la resistividad de la regulación de los parámetrosbiolelectrónicos, particularmente el rH2. (No olvidemos que el rh2 es responsable de la ralentización de la oxidación orgánica).

El consumo de alimentos frios.

Conviene evitqr el consumo de alimentos frios, así como cuando la resistividad de lasangre es muy baja el caso más frecuente,la orina suele presentar una resistividad elevada, como consecuencia de los hábitos modernos de alimentación. En este caso se trata de evitar alimentos desequilibrantes, como las solanáceas (tomate, patata, pimiento, berenjena, tabaco, …), las espinacas, los espárragos; Asimismo sedeben evitar las carnes y embutidos y fundamentalmente los alimentos fríos.

Estas combinaciones anteriores multiplican los efectod de la acidificación-oxidación.

Volviendo incidentalmente al agua, conviene que esta se encuentre en la neutralidad del rH2 (24 y 26), el pH (6,5 y 6,8) La r >6000Q.

Una vez más nos encontramos con los equilibrios necesarios, entre donentes-receptores ácido y donantes receptores base:

1.-Donantes ácido.

Carne, ave, venado, salchichas, panceta, despojos (hígado, ríñones, seso), caldo de carne, pescado, queso, requesón, huevo (la clara contiene exceso de ácido, la yema sola de base), legumbres secas, espárragos, coles de bruselas, nueces, vinagre, mostaza, bebidas de alto contenido gaseoso, champán, cereales integrales.

2.-Productores de ácido.

Azúcar refinado, chucherías, chocolate, tartas dulces, helado, derivados de laharina, pastas, grasas y aceites hidrogenados y refinados, margarina común,aceites baratos, cereales pelados y refinados, arroz refinado, pan blanco y gris,café, limonada y alcohol.

3.-Donantes de base.

Patatas, leche cruda, nata, verdura, tubérculos, hortalizas, sopas de verdura,fruta y también frutas secas, almendras, hortalizas salvajes, diente de león, ortiga, hierbas para sazonar, berro, perejil, cebollino, mejorana, tomillo, romero,salvia, agua mineral sin gas.

4.-Combinación saludable.

Agua, grasas y aceites naturales, mantequilla, nueces frescas, combinaciones de los primeros y segundos grupos.

Conclusiones.

Mantener una dieta equilibrada es ideal para nuestro sistema bioenergético. La dieta mediterránea es excelente en este sentido, pues combina todos los ingredientes equilibradores considerados anteriormente.

La tendencia hacia la alcalinidad, es preferible a la acidez, de menara que la ruptura del equilibrio entre alcalinidad y acidez, puede producir enfermedades degenerativas que pueden llegar a ser irreversibles. Un exceso de dietas grasas, carnes, etc, acidificaría hasta un punto de generación de enfermedades tales como el cáncer. El riesgo en estos casos excede en 20 veces, respecto a las personas que mantienen una alimentación consciente.

Como bibliografía de interés sobre el tema, recomendamos:

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Andrea Cassiragi & StarViewerTeam International 2012.


Comentario de urano12

¿Qué es el equilibrio ácido-básico?

El equilibrio ácido básico no es el único equilibrio orgánico necesario para nuestra salud. Por el contrario, existen varios equilibrios; por ejemplo el equilibrio entre la actividad y el reposo, entre el estado de vigilia y el estado del sueño, el inspirar y el espirar, la sangre venosa y la sangre arterial, el de ingerir alimentos y defecar.

Y así, como nos es dañino alterar cualquiera de estos equilibrios (por ejemplo, permanecer despierto más de 21 horas diarias y sólo dormir 3 horas, es decir, no descansar lo necesario para compensar nuestra actividad diaria), la presencia excesiva de sustancias ácidas o básicas, es realmente peligrosa para nuestra salud.

La mayor parte de la población padece trastornos de acidificación, ya que el modo de vida y de alimentación actuales, favorecen la acidificación del organismo.

En general, la alimentación actual consiste en alementos ácidos o acidificantes como son proteínas, cereales y azúcares, en cambio alimentos bases como las verduras se consumen en cantidades menores. El consumo de estimulantes como el tabaco, el café, el té y el alcohol han alcanzado proporciones enormes y producen un efecto acidificantes sobre el organismo. El estrés, el nerviosismo, la prisa, la falta de tiempo, etc., contribuyen a acidificar el organismo condicionando desarreglos y perturbacioens metabólicas.

Cuando nuestro organismo funciona mejor, es cuando el medio interior, tomado en su conjunto, posee un pH de 7.39, que es ligeramente alcalino. Las variaciones normales de este pH son muy débiles: hasta 7.36 por el lado de acidificación y hasta 7.42 por el lado de la alcalinización. Mas allá de estas dos cifrs, nos encontramos en acidosis (de 7.36 a 7) o en alcalosis (de 7.42 a 7.8). Si se sobrepasan esos límites, el cuerpo pierde equilibrio y ya no es capaz de funcionar correctamente. De ambas variantes, la acidosis por desgracia, es la más común (mas de la mitad de la población la padece).


¿Cómo afecta la acidez a nuestro organismo?

Cuando el organismo se acidifica, se pueden facilitar enfermedades de las siguientes maneras.

a) La primera, se encuentra ligada a la actividad de las enzimas. Estas son las pequeñas obreras en el origen de todas las transformaciones bioquímicas que tienen lugar en el cuerpo, y de las que dependen el buen funcionamiento de órganos (hígado, riñón, bazo, etc.).

Para que las enzimas funcionen correctamente necesitan un entorno óptimo de pH, o de lo contrario su actividad se verá perturbada o hasta interrumpida totalmente.

Cuando se produce un desequilibrio en el pH, se presentan enfermedades, y en el caso de pérdida de este equilibrio, el cuerpo ya no puede seguir funcionando pudiendo ocasionar hasta la muerte.

b) La segunda, se debe a la agresividad de los ácidos presentes en exceso en los tejidos. De hecho antes de ser neutralizados por las bases, irritan los órganos con los que se hallan en contacto. Promoviendo procesos inflamatorios que pueden condionar dolor, pérdida de la función o lesiones en los tejidos.

En estos proceso participan los órganos encargados de eliminar los ácidos fuertes, como son la piel y los riñones. Una gran parte de los eccemas (lesión exudativa generalmente de la piel), urticarias (lesión productiva de la piel), pruritos (área del cuerpo con comezón), así como eritema (enrojecimientos de la piel), se deben a la irritación causada por la acidez del sudor.

Un ejemplo puede ser cuando la densidad y el pH de la orina se encuentra muy ácida, al momento de orinar se puede presentar dolor, ardor, inflamación; promoviendo padecimientos como uretritis o cistitis que son generalmente problemas de tipo infeccioso.

La agresión ácida a los diferentes tejidos puede provocar en el caso de las articulaciones dolor (artritis), en los nervios (neuritis) y en los intestinos (enteritis, colitis, etc.). Una infección puede fácilmente sobre añadirse a los trastornos ya mencionados, dado que las lesiones de las mucosas, permiten a los microorganismos penetrar fácilmente en los tejidos, ya que generalmente por la acción ácida puede encontrarse disminuida la acción de el sistema inmune, favoreciendo la colonización microbiana o viral.

c) La Tercera, se debe al hecho de que toda persona que se acidifica, se desmineraliza inevitablemente, ya que el cuerpo debe ceder los minerales básicos para neutralizar los ácidos. Esta desmineralización puede afectar a cualquier órgano, pues los minerales básicos se encuentran en todos los tejidos.

Los problemas más conocidos implican al sistema musculoesquelético así como a los dientes. Los huesos se descalifican, pierden su resistencia y su flexibilidad, tanto que se pueden fracturar con facilidad, perdiendo masa ósea (osteoporosis), inflamación a nivel de las articulaciones, fractura a nivel de los cuerpos vertebrales que pueden causar compresión nerviosa (ciática), a nivel de los dientes éstos se pueden volver frágiles y quebradizos al desmineralizarse, sensibles a los alimentos fríos o calientes, desarrollando caries con facilidad.

También la desmineralización debilita al cabello, condicionando pérdida en su brillo y caída en abundancia; las uñas se doblan y se fracturan al menor choque; la piel se reseca o se cuartea; las encías se deforman, se vuelven sensibles y sangran

¿Cómo desacidificar tu organismo?

El drenaje de los ácidos: por riñones, piel y pulmón

Los órganos encargados de la eliminación de los ácidos son, por una parte, los riñones y la piel; y por otra, los pulmones. Riñones y piel eliminan los ácidos fuertes, como el ácido úrico, el ácido sulfúrico y el ácido fosfórico, que surgen principalmente de las proteínas animales. Los pulmones eliminan los ácidos débiles o volátiles, como lo son los ácidos cítrico, pirúvico, oxálico, que provienen de los vegetales, bajo la forma de anhídrido carbónico. (CO2).

No pudiendo la sangre contener mucho ácido, debido a que éstos modifican peligrosamente su pH, el organismo buscará desembarazarse de ellos, lo más rápidamente posible. Desgraciadamente, las cantidades de ácidos acumuladas son a menudo demasiado importantes y sobrepasa las posibilidades de los riñones y de la piel.

De ahí que se aconseja una dieta especial y el aporte de suplementeos básicos que ayuden a desacidificar el organismo; se trata de preparaciones que contienen los principios minerales básicos: calcio, potasio, magnesio, hierro y manganeso, bajo una forma fácilmente asimilable por el organismo.

Sugerencias nutricionales que nos ayudan a desacidificar el organismo.

1.- La spirulina: Es una alga de agua dulce. Contiene proteínas, betacaroteno, vitamina B12, hierro, ácido gammalinoleico. Es recomendada en caso de fatiga y anemia, problemas de la vista, trastornos menstruales y afecciones de la piel (Dosis 10 gramos).
2.- La Melaza: Es un subproducto de la caña de azúcar, obtenido por el prensado de la caña. Es rico en minerales, vitaminas, oligoelementos, magnesio, hierro, etc. Se recomienda en caso de anemia, calambres, edemas, reúmas, insomnio y estrés.
3.- El Ginseng: Es una planta de Extremo Oriente que crece en el sotobosque. Es la raíz la que se utiliza de esta planta. Contiene vitamina del grupo B, A, C, E, y D. Se recomienda en casos como agotamiento, enfermedades degenerativas, depresión, debilidades del sistema nervioso, diabetes, estrés, problemas del hígado y de memoria y la convalecencia.
4.- El Gérmen de Trigo: Es la parte nutritiva más rica del grano de trigo. Contiene aminoácidos, los ácidos grasos esenciales, minerales, oligoelementos, vitaminas B y vitamina E. Se recomienda en casos de hipotensión, depresión, tendencia a la trombosis y reglas dolorosas e irregulares.
5.- El aceite de Bacalao: Es un pez de los mares del Norte cuyo hígado contiene un aceite muy rico en vitamina D. Favorece la absorción de calcio a nivel intestinal, evita la descalcificación del esqueleto y también contiene vitamina A.