martes, 31 de enero de 2012

MANDALAS PARA EL STRESS??- pintados por operarios en una empresa en una charla de neurociencia-



El verano es una época ideal para relajarse y alejarse del estrés que produce la rutina. Felisa Senderovsky, psicóloga y coordinadora del área científica de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, explica que lo mejor que se puede hacer en situaciones estresantes es “bajar la ansiedad, recuperar la confianza y mejorar la autoestima”.

Por eso, una alternativa distinta para descargar tensiones sin transpirar es ponerse manos a la obra y crear objetos. “Todo lo que uno puede hacer o construir con sus propio esfuerzo resultará gratificante”, comenta la licenciada y aclara que los psicólogos ven las manualidades como otra forma que encuentra el paciente para distenderse.

A la hora de elegir, el abanico de posibilidades es muy amplio. Acá van algunas propuestas originales:

Una opción divertida es aprender a realizar origami, el arte de plegar papel y armar figuras y objetos como lapiceros, portarretratos, bijouterie, móviles y juegos de ingenio, entre otros.

Lúcia Da Costa, una brasilera que desde hace seis años enseña origami en Argentina, comenta que esta disciplina “aumenta la autoestima porque en un instante se logra transformar una hoja en una figura como una flor, una mariposa o un juego” y lo pueden hacer grandes y chicos. Además, en cualquier momento y lugar se puede comenzar a plegar. ¿Un dato curioso? Se puede usar todo tipo de papel, desde cartulinas hasta papel higiénico. Para tomar clases y aprender figuras

Otra manualidad para relajarse es la cerámica. Ana Dubilet, ceramista y docente con taller propio hace 40 años, dice que “el dar forma con las manos es un trabajo personal satisfactorio y placentero”. Manejar la arcilla y realizar objetos, como platos, tazas, fuentes, floreros y esculturas, es una tarea que se puede hacer en casa, usando herramientas sencillas como un cuchillo o palitos de madera descartable.

De esta manera es posible empezar el trabajo en el taller y continuarlo en el hogar, para lograr momentos de relax. Eso sí: las piezas de cerámica se deben quemar en un horno cerámico especial, que llegue a 1040 grados. El de la cocina no sirve.
Para quienes deseen comenzar a modelar:

Una forma de conectar arte y espiritualidad es pintar mandalas. “La palabra mandala es de origen sánscrito y significa ´círculo encantado´ o ´círculo mágico´. Esta forma mandálica la encontramos en las frutas al cortarlas, en las células, en los ojos”, explica Viviana Mattei, coordinadora de Red Los Mandalas y autora de la agenda Los Mandalas, de la editorial Kier.

Es necesario elegir un espacio relajado y comenzar a pintar dejando fluir la imaginación cromática. “Observarlos, pintarlos o meditar con los mandalas trae calma, es una meditación activa”, dice la coordinadora y explica que los colores elegidos van a depender sólo de nuestros estados de ánimo. El artista es quien elige con qué material colorear su mandala, desde crayones, marcadores y lápices, hasta acrílico. Para quienes deseen realizar talleres virtuales y presenciales, más información en Los Mandalas.

Por último, otra buena alternativa es el bordado, una actividad milenaria, generalmente asociada con la vejez. Sin embargo, María Cristina Trapani, que hace 15 años tiene el local Caardané, en Belgrano, aclara que “el bordado es una constante en cualquier generación” y sus 300 alumnos de diferentes edades le sirven de prueba.

Para la psicóloga Senderovsky, es importante que las personas puedan descubrir, mediante actividades físicas o manuales, sus capacidades. Eso las ayudará a enfrentar las presiones del afuera y aliviará las tensiones. “Pero, en algunos casos, es necesario un tratamiento psicológico para manejar el estrés y aliviar las consecuencias psicofísicas que generan las experiencias problemáticas”, aclara. ¿Lo más importante? “Pensar en nuevos proyectos que ayuden a recuperar la capacidad de disfrutar”.

CLÍNICA REIKI...SALUD INTEGRAL