domingo, 12 de febrero de 2012

DIETA YIN-YANG: LA DIETA EQUILIBRADA (1ª PARTE)

LA DIETA EQUILIBRADA no es una filosofía, ni una religión, ni un régimen dietético.

Es un arte o manera de vivir. Es el arte de mantenerse sano o de curarse a través de la alimentación. Es una alimentación natural que se elige en función de la edad, el sexo, los problemas de salud a los que la persona tenga predisposición, los factores climáticos y geográficos en donde resida, el tipo de trabajo y la actividad física que realice.


Principios:
1º) Comer frutas y verduras,a ser posible, sin fertilizantes químicos, ni pesticidas, ni insecticidas.
Estos actúan como potentes tóxicos, degenerando nuestro metabolismo y sistema inmunitario, estando expuestos a cualquier enfermedad.
2º) No consumir alimentos refinados, como el Azúcar blanca y todo lo que la lleve como bollerías, salsas, algunos congelados, cervezas etc…, porque para su proceso de blanqueamiento le añaden “Sulfitos” un potente tóxico para nuestro organismo.
En las etiquetas de los productos, los sulfitos vienen como E-221 al E-227 3º) Consumir alimentos de cada estación y preferentemente los cultivados en la región. Con esto nos evitamos los productos de invernadero.





Hoy en día es fácil encontrar todo tipo de verduras y frutas todo el año, pero cada producto comido en la estación correspondiente aporta nutrientes y propiedades que necesitamos, como en verano que hay más necesidad de frutas acuosas para combatir el calor, en primavera frutas depurativas, en invierno, frutas con más concentración de vitamina C.

4º) Tenemos que masticar bien los alimentos.
Hay personas que engullen la comida, ya sea por el estrés o malas costumbres. Los dientes hay que utilizarlos para masticar y para predigerir ciertos alimentos, por el efecto de las enzimas salivares.
Con esto favorecemos el proceso de digestión y la absorción de los alimentos.
5º) Comer sólo cuando se tenga hambre.
Cuando comemos sin tener hambre, estamos saturando a nuestro organismo y no se asimila correctamente.
6º) Comer en un ambiente tranquilo. Evitar comer con tensión e irritación, o pendiente de las noticias de la TV. No coma antes de ir a dormir, ni justo al levantarse. Por la mañana, deje que su cuerpo se active.
Por la noche cene temprano, un estómago vacío favorecerá un sueño profundo y recuperador.
7º) No comer cerca de campos Electro-magnéticos.
Tenemos una gran contaminación electromagnética ambiental, el hecho de que las Radiaciones no se vean no significa que no nos afecten. La cocina hoy en día se ha vuelto “la sala de máquinas de la casa” tenemos la nevera, lavadora, lavavajillas, hornos, encimeras, microondas, a veces también la televisión, en el resto de la casa posiblemente equipos de música, ordenador, todos los enchufes, el radiodespertador…. y por si fuera poco (todos estos campos interactuando) los aparatos de los vecinos, porque tienen una orbe de actuación algunos hasta de 20m.
Por lo tanto, intentar tener los máximos aparatos no solo apagados sino desconectados de la red cuando se come (al igual que cuando se duerme) porque éstas radiaciones afectan sobretodo a la estructura nerviosa del plexo solar (zona de la boca del estómago ) y puede afectar entre otros procesos a los digestivos.

No llevar encima el teléfono móvil, e intentar dejarlo lo más lejos posible mientras comemos.
Intentar no utilizar el microondas para calentar comida y menos para cocinar. Hay una gran alteración del alimento por la fricción molecular que se produce. Si no hay más remedio intentar calentar lo menos posible y antes de comer el alimento, introducir una cuchara o pinchar con el tenedor, (algo metálico) esperar 1 o 2 minutos y empezar a comer.

8º) Practicar ejercicio al aire libre.
Pasee, corra, nade, respire aire puro y goce del tiempo que hace en cada estación. Habitúe el cuerpo al frío y al calor. No se deje deteriorar por la calefacción central o el aire acondicionado. Note los cambios de estación, sea consciente de ellos y sintonícese.



El equilibrio Yin-Yang
En la elección y preparación de los alimentos, tenemos que buscar un equilibrio entre los elementos de carácter yin y los elementos de carácter yang. Todos los alimentos son cualitativamente diferentes (el plátano y la manzana, por ejemplo, tienen una acción diferente en nuestra constitución fisiológica y psicológica).
No podemos tolerar una nutrición extremadamente yin (frutas tropicales, patatas, tomates), a pesar de que proceda de la naturaleza; tampoco una nutrición extremadamente yang (carne, huevos, etc…)
A continuación se muestra una lista que ayudará a reconocer el equilibrio yin-yang en el universo, la naturaleza y la alimentación.




YANG (centrípeto) – YIN (centrífugo)
tiempo – espacio
contracción – dilatación
materia – espíritu
ruido – silencio
fuego – agua
seco – húmedo
duro – blando
animal – vegetal
masculino – femenino
verano – invierno
sol – luna
día – noche
alcalino – ácido
positivo – negativo
salado, dulce...

Siempre se ha considerado que la dieta tiene una gran importancia terapéutica. Ya Hipócrates declaraba:”Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. No se trata sólo de que en ocasiones una enfermedad pueda ser tratada con una dieta, sino que además una dieta incorrecta continuada puede llevarnos a enfermar y que un tratamiento no sea efectivo mientras no cambiemos de dieta.

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