Una intervención rápida en las primeras horas es clave para salvar posibles daños cerebrales, según el Dr. Pedro Mata, Presidente de la Fundación de Hipercolesterolemia Familiar
El ictus causa 100.000 muertes al año en España.
Los síntomas que preceden a un infarto cerebral son distintos dependiendo de la zona del cerebro que se vea afectada. Sin embargo, los más predominantes, además de la pérdida de sensibilidad y la debilidad en una mitad del cuerpo, son el déficit visual, la dificultad para hablar y entender, la pérdida de equilibrio, un dolor de cabeza inusual y la aparición de vértigo, entre otros.
Un infarto cerebral cada 14 minutos en España
Cada 14 minutos se produce en España una muerte provocada por un infarto cerebral o ictus, afección que acabó con la vida de 22.367 mujeres y de 15.514 hombres durante 2010, y que causó la muerte de una de cada 7 mujeres españolas, según explicó el doctor Antonio Gil Núñez, coodinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, en el marco de la X Conferencia Europea sobre Ictus cerebral, celebrada el pasado mes de mayo en Lisboa (Portugal).Según explicó este experto, del servicio de Neurología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el ictus es la primera causa de muerte en las mujeres españolas, y la segunda causa de mortalidad en los hombres, además de constituir la primera causa de discapacidad grave de adulto en España, provocando un número significativo de hemiplejias o de discapacidad para hablar.
En España, la prevalencia del ictus es de un 27 por ciento en los mayores de 55 años, y aumenta con la edad. Así, la prevalencia en las personas con una edad comprendida entre los 55 y los 65 es de un 2 por ciento, en los de 65 a 75 es de un 5 por ciento, en los de 75 a 85 es de un 9 por ciento y en los mayores de 85 de un 11 por ciento. Asimismo, se registran unos 100.000 nuevos casos de ictus al año.
Según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud, en 2050 la población española mayor de 65 años será de un 46 por ciento, es decir, que casi la mitad de los ciudadanos españoles tendrá un riesgo considerable de sufrir un infarto cerebral.