miércoles, 8 de diciembre de 2010

EL DORMIR Y EL INSOMNIO.-

El dormir y el insomnio, entendiendo un poco más


Insomnio

¿Qué significa dormir?
El dormir según el diccionario de la lengua castellana significa: “Dejar descansar los sentidos”.
Podemos decir, también, que dormir tiene que ver con la posibilidad de relajarse y conciliar el sueño, de entregarse, aflojarse, dejarse llevar, perder el control, aprender a morir, dar la posibilidad a que pare el parloteo mental, transportarse a otra dimensión dónde no hay conciencia del presente, sentirse cobijado, dar posibilidad a que se reparen las funciones vitales, perderse, perder el estado de vigilia y dejar que aflore el estado de letargo.

La importancia del descanso
Cuando no se duerme la cantidad de horas necesarias se altera el sistema nervioso, se genera un estado de irritabilidad y baja el sistema inmunológico, los órganos del cuerpo se desestabilizan, aparecen contracturas y se altera el carácter, es decir la parte físico química, la estructural y también la psíquica se desequilibran.
Existen en el mundo hoy, lugares llamados “casas de reposo” donde las personas solo asisten allí, para comer y dormir, es tan común la falta del sueño, que ya de por sí poder dormir la cantidad de horas adecuadas genera la posibilidad curativa de todo el organismo.

El dormir produce una gran cantidad de energía ya que en el sueño el organismo actúa como si fuera una batería, se va cargando más y más por el hecho de que una gran parte de nuestro ser físico y psíquico descansa, con lo cual la energía se acumula y esta sirve para ayudar a resolver lo que está desequilibrado. Cuantas veces nos vamos a dormir por ejemplo con dolor de garganta, o con la sensación de pecho cargado, y al despertar ninguno de estos síntomas está más. Cuantas veces nos vamos a dormir sin recordar algo que era muy importante para uno y al despertar recordamos, lo mismo pasa cuando nos hacemos una pregunta a la que no le encontramos respuesta y al despertar ésta aparece. Es decir el dormir, cura, revitaliza. Por algo desde la antigüedad los médicos siempre aconsejaban para resolver cualquier problema de salud, el reposo, el dormir, el descansar, el buscar “conciliar el sueño”. Para poder conciliar con algo externo a uno es necesario poder conciliar primero con uno mismo, conciliar con algo externo implica primero conciliar con la propia interioridad.

Causas del insomnio

Hoy el 70% de las personas que viven en las grandes ciudades padecen insomnio.
Se vive en un ritmo mucho más acelerado del que la capacidad humana puede sostener, por lo cual el sistema nervioso se sobreexcita más allá de su propia capacidad. Ciertos alimentos como el café, el té negro, la yerba mate, el alcohol, azúcar, carnes y el tabaco actúan también como excitantes del sistema nervioso. La contaminación electromagnética de computadoras y TV, actúan de la misma manera. Lo mismo sucede con el aire contaminado, cargado de plomo y otros elementos pesados y con los llamados químicos del siglo XX, como formaldehídos, que se encuentran en pisos, alfombras, y también los químicos utilizados en elementos de limpieza, en medicamentos y los que forman parte de los alimentos que ingerimos habitualmente.

El comer más de lo que el cuerpo necesita actúa también como excitante del sistema nervioso. Cuando hay una sobrecarga física producto de la contaminación, ya sea del aire que se respira, de los alimentos que se consumen, del contacto con tanta química y del exceso en el comer, todo el sistema se sobrecarga y muchas veces es el sistema nervioso el primero en evidenciar dicha sobrecarga.

Se vive de forma errada, por varios motivos, uno de ellos es que la comida más importante es la de la noche, cuando esto tendría que ser al revés, la comida de la noche más liviana y la del día más abundante. Al ser la cena la comida más importante se sobrecarga el aparato digestivo, con lo cual puede suceder que en un principio uno concilie el sueño porque queda pesado frente a tanta comida y sin energía para no hacer otra cosa más que dormir; pero luego de 2 ó 3 horas el hígado, el riñón, el intestino, el corazón, necesitan estar livianos para también descansar, al igual que todo el cuerpo, y no pueden hacerlo porque están sobrecargados, más de lo que su capacidad puede permitir.

Si hubiéramos ingerido lo mismo al mediodía, como se caminó, se estuvo en movimiento, hubo la descarga adecuada. De noche es el momento en que se eliminan las toxinas del cuerpo y también de la mente, si cargo más de lo que mi cuerpo físico y psíquico puede soportar, luego en el momento de producirse la descarga natural, no lo puedo hacer porque es demasiado lo que tengo adentro y es imposible en medio de este trabajo que el cuerpo tiene que realizar, dormir.

Así como para poder morir bien necesitamos saber vivir bien, para poder dormir bien necesitamos tener una buena calidad de vigilia, es decir cuando estamos despiertos saber estar despiertos, tener una buena calidad de vida todos los días.

Si hay un incesante parloteo mental, la mente no descansa nunca, y hay una sobreexcitación permanente, y durante la noche que es el momento de descanso esta actividad continúa. Incluso cuando uno sueña no descansa totalmente, los sueños son producto de una mente que no sabe parar.

Si durante el día se come mal y demasiado, aunque de noche no se coma, de todas maneras se vive sobrecargando y el aparato digestivo se resiente, alterando todas nuestras funciones, incluido el sistema nervioso.

Si no se hace ningún tipo de movimiento, ni actividad física, no circula la sangre y de noche cuando la actividad circulatoria es menor, es más lenta, no llega la sangre a los órganos y a todos los sistemas y partes del cuerpo y eso mismo genera incomodidad, con lo cual no hay sueño posible.

Así como en Europa hemos sido testigos del tema de la vaca loca, debido a que se les dio a los animales alimentos que no formaban parte de lo que es su estructura normal, así a los humanos en medio de tanta contaminación, su capacidad de asimilar tanta química está desbordada, por lo cual el sistema nervioso también se ve afectado, al igual que en las vacas, y como consecuencia de esto, aparecen todas las enfermedades propias de la época que tienen que ver con disfunciones del sistema nervioso, como ser: insomnio, depresión, ataques de pánico.

Insomnio

Por otro lado hay personas que tienen poco sueño debido a su alta carga de estrés y ansiedad, de vivir durante el día con una incesante actividad, debido a la sobre-exigencia, competencia, deseo de escalar posición, realizando cantidades de tareas. No se da el tiempo y el espacio necesarios para comer en silencio y en un lugar apacible, no se descansa aunque sea una hora de las tareas que hay que hacer, no se para de la incesante actividad, todo esto altera y sobreexcita y es lo que luego llamamos “pasarse de rosca”, esta sobreexcitación cotidiana impide un buen descanso nocturno.

A todos nos ocurre que cuanto más cansados estamos más difícil nos resulta dormir, justamente porque estamos pasados, sobreexcitados. Si así se vive diariamente, es decir más cansados de lo que nuestra capacidad humana puede tolerar y si esto además lo vivimos diariamente, cada día va a ser
más difícil descansar y conciliar el sueño.

Atrás del insomnio está, también, la necesidad de control y el miedo a perderlo, el temor de que al dormirse pueda suceder algo que uno no puede manejar. Cuando es la hora de dormir y el sueño no llega se percibe en uno una agitación muy grande, mucha excitación, no hay paz, hay miedo atrás de ello.

Hay personas que se resignan a vivir con insomnio y a tomar de por vida algo para poder dormir. El insomnio muchas veces es la antesala de la depresión. En los geriátricos de la actualidad, el promedio de edades es 95 años, ya no son tercera edad sino cuarta edad, con personas en su mayoría con demencia senil, producto del efecto acumulativo que han hecho los psicofármacos en sus vidas. La mayoría ha consumido desde los 45 ó 50 años, pastillas para conciliar el sueño y tranquilizarse.
Estos psicofármacos desintegran el sistema nervioso, generan adicción, destruyen la corteza cerebral generando embotamiento, dispersión mental, falta de capacidad cognitiva, falta de memoria, falta de lucidez e incapacidad de dar respuestas acordes a los desafíos de la vida. Es muy fácil reconocer a aquellas personas que consumen este tipo de medicamentos, tienen movimientos más lentos, a veces hasta dificultades para modular la voz, no tienen memoria, se olvidan rápidamente de lo que se les dijo 5 minutos antes, están dispersas, no tienen capacidad de atención, están con uno pero parecen estar en otro lado, su cerebro, su mente está adormecida, como si hubiera sido anestesiada, que en verdad lo está siendo.
Los psicofármacos por otro lado sobrecargan el hígado y no permiten un buen funcionamiento del aparato digestivo.

Cuando hay un anhelo del corazón no cumplido se produce frustración y muchas veces la imposibilidad de dormir tiene que ver con esto, con la frustración, con el disconformismo. Existen situaciones como por ejemplo de relaciones de pareja que no terminan de conformar y se está juntos por miedo a estar solos; otras, en que las personas realizan trabajos que no les gustan, otras en que se sienten frustrados porque quisieran ser de una manera y no como son, otras porque las personas no terminan de aceptar la realidad de la vida, en todos los casos todas sienten una gran frustración y no pueden dormir.

Los Ritmos de la Naturaleza
Durante el día en el sinfín de actividades, en el movimiento continuo del hacer y el hacer todo se tapa, pero de noche, en medio del silencio y la quietud sale la verdad, el disconformismo, el miedo oculto, la inseguridad que genera el cambiar y justamente, en medio de esa quietud se expresa lo que “es”.

El día podemos relacionarlo con el sol, la actividad, el movimiento, la noche, tiene que ver con la luna, con la quietud, el silencio y cuando el agua está quieta se puede ver lo que hay adentro, lo mismo pasa con uno. Por eso la mayoría de nuestros males se expresan de noche, es de noche cuando sube la fiebre, cuando los dolores físicos y los del alma son más intensos. En la noche se expresa nuestra verdad, porque el silencio y la quietud de la noche permiten que así sea, durante el día en medio de la agitación propia de la acción todo lo que “es” se ve minimizado.
Por esa misma cualidad que la noche tiene de quietud y silencio es que es el momento ideal para dormir y por esa misma cualidad que el día tiene para accionar y moverse es que el día es para actuar y trabajar, esto es una premisa natural y fundamental. Muy difícil que pueda haber salud física y psíquica alterando los ritmos naturales. Muchas personas que tienen alterado su ritmo de dormir dirán que son sanas y no tienen problemas físicos, para lo que es bueno tener en cuenta que la salud no es solamente la ausencia de malestares físicos sino también una determinada actitud frente a la vida, que tiene que ver con la alegría, el optimismo, la humildad, el respeto por todo y todos.
Cabe destacar, también que cuando se está más desvitalizado se tiende a conectar más con la noche y cuando se está más vitalizado con el día. Muchas personas que están o se sienten débiles, pasivas, sintonizan mejor con la noche, por eso se identifican con ella y por lo contrario aquellos que están o se sienten fuertes necesitan del día para accionar.

Es sabido que en ciertas comunidades donde las personas gozan de salud psicofísica y viven con lucidez mental hasta casi los 100 años, su práctica de vida consiste en levantarse al amanecer e ir buscando de dormir luego del anochecer. Cuando esto ocurre la mente funciona con todo su potencial, son otras las respuestas que se dan a los desafíos de la vida, hay más energía porque el sol es energía de acción, la luna es energía distinta de introspección, relajación, por eso de día es importante estar activo,
despierto y de noche inactivo, metido hacia adentro, durmiendo. Si se acompañan los ritmos naturales, difícilmente haya desarmonía en uno.

Cómo resolver el insomnio

El insomnio o la falta de sueño es una disfunción de nuestro sistema nervioso, algo que es natural no se está produciendo, no existe la posibilidad de relajarse, de entregarse, de transportarse al sueño, de dejarse ir. Para poder ayudar a resolver esta característica tenemos que tener en cuenta los 3 aspectos fundamentales de lo que llamamos triángulo equilátero de la salud: el lado estructural, el lado químico y el psicológico. Los tres lados tienen que tener el mismo tamaño, si damos mayor importancia a uno que a otro se produce desequilibrio y difícilmente podamos arribar a un resultado positivo.

El aspecto estructural
Dentro de lo que llamamos aspecto estructural hacemos mención a todo lo que tiene que ver con nuestra estructura física, estado óseo.
Desde el punto de vista de la Medicina Oriental para poder tener un buen dormir es necesario mantener los pies calientes y la cabeza fría, para ello la cama tiene que estar orientada Sur-Norte, es decir la cabeza hacia el sur y los pies hacia el norte, o bien Oeste-Este, esto es válido para el hemisferio Sur.
Es también importante la calidad del colchón, cuanto más duro mejor, porque de esta manera la columna vertebral adquiere su normal curvatura, lo que se denomina lordosis vertebral normal. En Japón existe una cultura muy desarrollada en relación al tema del buen dormir, ya desde la antigüedad usaban los llamados futones, colchones rellenos de algodón, que permiten que la columna se mantenga en una buena lordosis y eso permite a su vez, evitar los dolores contractuales que limitan la posibilidad de
relajación y de conciliar el sueño. También en Japón desde la antigüedad y teniendo en cuenta el principio de la Medicina Oriental de tener la cabeza fría y los pies calientes se utilizan las almohadas para resolver problemas de insomnio y dolores cervicales, rellenas de cáscara de trigo sarraceno(pronto habrá un contenido explicando todas sus propiedades), que actúan activando la circulación de la zona cervical, permitiendo generar una buena lordosis de columna, relajando la columna en su totalidad y por consiguiente ayudando a conciliar el sueño.

La forma ideal de dormir para aflojar todo el organismo es boca arriba, con el mentón cerca del pecho y un almohadón debajo de las rodillas para relajar la cintura, sacro y lumbares. Existen también almohadillas para los ojos, rellenas de semillas de lino, forradas en seda que favorecen el descanso; las semillas de lino actúan como relajantes musculares de toda la zona de ojos y alrededores. Uno puede comenzar el descanso en la postura de boca hacia arriba, pero como a la mayoría de la gente le resulta difícil mantener esta postura, al darse vuelta hacia el costado es importante mantener un ángulo recto entre el tronco y las piernas con las rodillas dobladas, sin exigir a los hombros y a las caderas. En ese momento al echarse uno hacia el costado deja la almohadilla de los ojos y el almohadón que está debajo de las rodillas. Cuando no se exige ni al hombro ni a la cadera y se mantiene la postura de ángulo recto el cuerpo descansa relajado.

También es importante utilizar para dormir ropa de cama que no sea sintética, pijamas y camisones de algodón, sábanas de algodón, mantas de materiales nobles, telar, lana, algodón. Ya sea para la almohada, y el resto de la ropa de cama el hecho de evitar lo sintético contribuye a que no se produzcan las cargas electromagnéticas que contaminan la calidad de nuestra sangre y excitan también el sistema nervioso.

Otro detalle a tener en cuenta y fundamental es tener el cuarto siempre ventilado, incluso en pleno invierno tener una rendijita por dónde entre aire puro, evitar la calefacción de noche en el cuarto, ya que el fuego, más allá de los tiros balanceados o de estufas a fuego de leños, siempre éstas consumen algo de oxígeno y esa falta de oxígeno embota la mente, los órganos no reciben el oxígeno necesario y la sangre no circula como debería hacerlo.

Es ideal antes de dormir cuando hay dificultades para hacerlo tomar un baño de inmersión con algunas gotas de aceite esencial natural como por ejemplo lavanda, melisa, bergamota. También utilizar un hornillo con estas fragancias durante unos pocos minutos antes de dormir, como para que quede ese aroma en el cuarto, estos aceites son muy relajantes, es importante que sean esencias naturales.

Fundamentales son los ejercicios respiratorios. Antes de dormir respirar con conciencia llevando el aire bien abajo, a un punto a 4 dedos del ombligo, respirar 5 minutos concientemente y luego respirar exhalando en el doble de tiempo que inhalando. En total respirar 10 minutos. Los ejercicios respiratorios son relajantes del sistema nervioso.

También es importante acostarse temprano y levantarse temprano para poder seguir los ritmos naturales. Es la presencia de melatonina en el organismo es la que regula los estados de sueño y vigilia, en la actualidad las personas padecen de melatonina debido a que esta, se desarrolla en uno mismo a partir del contacto con la luz del sol de la mañana. En general se vive rodeado de cemento y poco es el contacto que se tiene con el sol matutino. Por lo tanto es aconsejable para generar un buen dormir, conectarse por algunos minutos con la salida del sol.
Otro aspecto es no quedarse con la computadora hasta última hora, lo mismo el televisor, ya que su carga electromagnética excita el sistema nervioso y mucho menos ver, escuchar o leer noticias antes de dormir.
Es bueno tener plantas en la casa ya que actúan como relajantes, pero no en el cuarto de dormir ya que quitan el oxígeno.
Hacer una caminata no exigida antes de dormir ayuda a activar la circulación y también contribuye a hacer una buena digestión.

Alimentación
Se trata de evitar sobrecargar el sistema nervioso y la función digestiva, que cuando está sobrecargada, carga a su vez al sistema nervioso. Se trata también de ayudar a generar una buena circulación y evitar aquello que la minimice o estanque.
Evitar: carnes en su totalidad (roja, pescado, pollo). Alcohol, café, té negro, yerba mate, gaseosas, azúcar blanca, chocolate, tabaco, exceso de farináceos, medicamentos, enlatados, empaquetados, enfrascados.

Tilo

Consumir: antes de dormir, té de pasionaria, tilo, valeriana, melisa, hongo shiitake, que actúan relajando el sistema nervioso. Antes de dormir también comer un pedacito de dulce de membrillo o alguna fruta seca como pasa de uva, de ciruela, damasco, durazno, que actúan levantando lentamente la glucosa de la sangre, ya que muchas veces el insomnio está asociado a cuadros de hipoglucemia(este tema también se verá en un próximo contenido).
Consumir todos los cereales integrales que por su contenido en Vitamina B regulan el funcionamiento del sistema nervioso, especialmente avena, quinoa y amaranto.

Evitar comer mucho de noche y si fuera posible evitar la cena. Tomar un buen desayuno con yogurt orgánico y cereales como quinoa, amaranto (tostados), germen de trigo, avena, en el yogurt, fruta. En el almuerzo abundantes ensaladas y frutas de estación, arroz integral, mijo, fideos integrales, milanesa de soja o queso de soja orgánicos, lentejas, sopas, una buena merienda con Té de lavanda, canela, cedrón, tilo, pasionaria, una ó dos tostadas de pan de arroz o pan de sartén o panqueque con jalea de membrillo o mermelada de manzana natural y de noche, evitar la cena o bien tomar una sopa de verduras y verduras con poca cocción.

Lo Psicológico
Si bien el insomnio puede tener muchas razones, siempre estamos hablando de una excitación del sistema nervioso. Lo más importante es no luchar contra el estado, si el sueño no viene aceptarlo que es así. En muchos casos hemos visto que cuando no se lucha, cuando se acepta la realidad, pueden pasar 3, 4, 5, días de dormir con dificultad y luego el sueño profundo llega, sin pastillas, sin muletillas, sin apoyos y entonces el sueño permanece producto de la fortaleza que genera haber sorteado la dependencia a algo que supuestamente ayudaba a vencerlo.
El dormir es una condición natural del ser humano, que al no poder concretarse se transforma en una disfunción. Esta disfunción se transforma en un problema si lo miro como tal y además lleva aparejada su carga de frustración porque se siente que si no hay una muletilla tipo pastilla mágica no hay sueño y uno se siente débil e inseguro debido a ello, se siente dependiente.
Los médicos, en general, contribuyen al debilitamiento de la persona, y son responsables del deterioro mental de mucha gente debido a una forma indiscriminada de recetar tranquilizantes, van aumentando cada vez más la dosis hasta llegar a veces a tener que internar a la persona en un psiquiátrico. Cuando ésta se acerca a ellos para pedir ayuda le recetan rápidamente la pastilla y como no encuentran solución van aumentando la dosis, generando temor y dependencia, ya que le dicen a la persona que si no duerme se va a volver loca, sin darle la seguridad y el apoyo que necesita, acompañándola, conteniéndola y ayudándola a que pueda estar un tiempo sin dormir dándole la confianza en que en algún momento va a poder hacerlo, a partir de otro tipo de consejos a llevar a cabo y de un
cambio de actitud frente a la vida.
Si hay intensidad en entender, si se está atento, si se pone pasión en comprender porqué no se duerme, en entender si existe una lucha interna, si uno puede llegar a darse cuenta que en medio de una lucha o guerra interna es imposible conciliar el sueño, si uno percibe que hay dos bandos adentro de uno, dos fuerzas que quieren imponerse y uno lucha contra ellas, si se puede llegar a ver la pelea, los bandos antagónicos, la frustración, la insatisfacción, el desorden en la forma de vivir y si uno se enfrenta con esos fantasmas o dragones, los deja salir, y no se enoja o asusta ante ellos, sino que deja que se expongan, que se muestren, es posible que todo eso que está tan metido adentro, al salir a la superficie, al invitarlo uno mismo a que se exprese más allá del miedo y el temor , salga y como una lastimadura que no tiene curita y se expone al aire se termina secando.
Vale preguntarse cuál es el peligro de que cierre los ojos, ¿que puede pasar?

Cuando no hay lucha y se acepta lo que “es”, dolor, sufrimiento, miedo, inseguridad, frustración, disconformismo, y justamente la lucha no está porque todo eso que uno “es” lo mira desde una actitud amorosa, se produce una sensación de unidad, distinta a estar dividido, luchando, esforzándose, peleando. Cuando no hay esfuerzo y hay aceptación amorosa, que no es resignación, entonces la guerra interna terminó y uno puede, vivir, dormir, morir en paz.

Autores:
Liliana Racauchi y José Bidart - Las Dalias, Posada y Centro de Terapias Naturales Ecológico - www.spa-lasdalias.com.ar