domingo, 20 de marzo de 2011

Realizar un Mandala. 1ª Parte

La realización de un Mandala, és una de las actividades artísticas podriamos llamar, mas gratificantes, no es necesario a priori tener unos grandes conocimientos tecnicos de dibujo y pintura, las estructuras geométricas repetitivas, son sencillas en su realización con elementos faciles de conseguir como regla, compas y poco mas que unos lápices de colores. Es evidente que los Mandalas con composiciones y formas figurativas complejas, precisan de conocimientos mas elevados, aunque en realidad a mi entender no son los mas efectivos para el uso que queremos darle ya que la propia elaboración en si del objeto inspirador es parte importante de la terapia con mandalas. Aunque la palabra Mandala, significa circulo y esta forma de alguna manera es la estructura basica y completa del macrocosmos y del microcosmos, no és importante mientras represente lo que deseamos. Ultimamente, me he detenido en las tramas utilizadas en la arquitectura nazarí, es decir, la extraordinariamente bella arquitectura árabe utilizada en la Alhambra, sus formas se basan en muy pocos colores y en una estructura geométrica muy sencilla, a partir de la misma por repetición podemos desplegar un Mandala cuyo resultado final nos va a resultar imposible de imaginar cuando empezamos y ese es el efecto transformador que sucede en nuestra mente cuando lo estamos creando.

El primer paso es escoger un centro, siempre es mejor para mi empezar desde el centro, la estructura basica, desde la que se vertebrará el resto, se deciden los colores iniciales y la forma inicial, que en mi caso y en este momento es el siguiente.



Una estructura central compuesta de un circulo que siempre es un buen principio, y un color naranja suave, que tambien lo es sin duda, el circulo lo inscribo en el centro de un cuadrado y posteriormente dibujo sobre el otro cuadrado en diagonal, lo que me formará una estrella de ocho puntas con infinitas posibilidades, es bueno dejarse guiar por las apetencias en cuanto al color, en este caso, como comentaba que estaba estudiando un poco de cerca la arquitectura nazarí, he usado sus colores que me parecen muy apropiados, ya que el turquesa y el naranja usado, son complementarios, el enmarcado de las figuras en blanco, es una de las características que dan la personalidad a este tipò de diseño, así como los detalles en negro.
Podriamos continuar con las lineas siguiendo las puntas de las estrellas y formar una red completa de estrellas de ocho puntas, pero quiero algo que irradie desde el centro hacia el exterior así que he pensado que la forma exterior del todo cuando llegue sea como un octogono, es decir un poligono de ocho lados.
No importa la calidad del boceto inicial, ni la exactitud de las medidas ya que no es el dibujo definitivo. Por ahora hay que pensar un tiempo en este cuadro inicial, se me ha ocurrido considerarlo como un azulejo y hacer una repetición. Siempre sorprenden estos experimentos, dan muchas ideas y estimulan la imaginación.




Como podemos ver, la repetición produce efectos y formas que no podemos preveer con exactitud y siempre simétricas y equilibradoras, el proceso ha empezado y ya es imposible de detener.
Salvasalom@drach.es