domingo, 1 de enero de 2012

Construye tu propio banco de semillas-



Una de las cosas importantes que podemos hacer, es la creación de un banco de semillas particular. Podemos iniciarlo al guardar las semillas de los productos ecológicos que comemos (si todavía no comes, clica aquí).



¿Por qué un banco de semillas? Por múltiples razones.
Las principales:



(1)
porque la biodiversidad alimenticia está decreciendo; según las Naciones Unidas, durante el S.XX, el 90% de las variedades agrículas están dejando de ser utilizadas, además el 75% del alimento del mundo está en manos de 4 empresas, que en términos numéricos significa que 3 de cada 4 semillas pertenecen a Monsanto, DuPont, Syngenta, y Groupe Limagrain.

Además, la mayoría, sino todas las semillas que venden están modificadas genéticamente, ya que ahí está su negocio, en patentar la naturaleza modificada genéticamente, ya que si no es MGO no puede patentarse y no hay tanto negocio. Además del negocio, también está el control de la población a través del control de la alimentación.


Si volvemos a tener semillas, volvemos a tener el control y la soberanía sobre una necesidad básica, la alimentación.



(2)
dado el interés en reducir la población mundial porque para la élite, somos demasiados en un planeta con limitados recursos, la crisis económica en la que estamos puede llegar a una crisis alimentaria.


Por lo tanto,
tener semillas en un futuro próximo puede ser como tener oro, tanto para intercambiar como para poder cultivar nuestra propia comida.

Cabe añadir, que la élite se ha encargado inteligentemente de desproveernos de todo conocimiento relacionado con la agricultura, con los ritmos de la naturaleza, con cómo cultivar un tomate, una lechuga o una patata.

De esta manera, somos totalmente dependientes del sistema. Si no nos acercan la comida a los supers o en los restaurantes, no comemos.



(3)
en tercer lugar, está la cuestión de una crisis natural provocada por una Tormenta Solar o cualquier calamidad provocada por el ser humano en su afán por dominar y seguir en el poder.


En tal caso, es muy conveniente tener semillas guardadas y saber en la práctica cómo cultivarlas. De lo contrario tenemos un serio problema de supervivencia.

Para los que todavía no lo saben, la élite se ha construido su propio banco de semillas, el mayor banco de semillas del mundo en Svalbard.

Svalbard es un árido trozo de roca reivindicado por Noruega y cedido en 1925 por un tratado internacional, en el Mar de Barents cerca del Océano Ártico, a unos 1.100 kilómetros del Polo Norte.

Según el diario El Mundo, “Cámara Global de Semillas de Svalbard y situado junto a la localidad de Longyearbyen, ha sido ya bautizado por la prensa como Arca de Noé o cripta del día del juicio, porque a ella acudiremos si las cosas se ponen feas”.



(4)
y en cuarto lugar, por la importancia que tiene conocer la naturaleza de nuevo. Entrar en contacto con las semillas, la tierra, los ciclos de crecimiento y naturales, con los insectos y animales.

Esta sociedad urbana y tecnócrata nos ha desconectado de la Naturaleza, parece como si ésta estuviese ahí fuera, cuando estamos y formamos parte de ella. Es una manera de desconectarnos de nuestra fuente y potencial interno.


Creando el propio banco de semillas


Al plantear el crear el propio banco de semillas hay que tener en cuenta varios aspectos:


Tipo de comida



El tipo de comida del que extraemos las semillas (a poder ser comida ecológica, y si conocemos su origen mejor). Este punto es importante dado que el mundo de los transgénicos, el uso de todo tipo de pesticidas, fertilizlantes químicos, aditivos, etc., hace que la calidad de las semillas que cojamos decrezca, y el poder germinativo de éstas también.



Criterios de selección


Podemos seguir varios criterios para seleccionar qué verduras y frutas escogemos, a parte del criterio ecológico.

Aquellas que saben y huelen bien, los que tienen buen aspecto (no deformados), los de mayor tamaño (tienen el mayor número de nutrientes), entre otros.

El concepto es guardar las semillas mejores, de los frutos mejores. De esta manera, nos aseguramos que cuando plantemos y germinemos, también tendremos más probabilidad de tener los mejores frutos.


De todas formas, como en general no podemos saber cómo ha crecido, si rápido, fuerte, si ha resistido a plagas, etc., no podemos utilizar esos criterios.

Pero también podríamos incluir: resistencia a los elementos climáticos, a parásitos, el ciclo y velocidad de crecimiento, etc.

En el caso de tener acceso a las flores de ciertas verduras como cebollas, lechugas, etc., coger las semillas de las flores que florecen más tarde.


También es importante tener la mayor variedad posible, abarcando tanto verduras como frutas.

Otra opción que tenemos es la de comprar semillas de alimentos que no encontramos en nuestra zona o intercambiar las semillas que tenemos por otras (en las redes de intercambio que ya existen).



Procedimiento a seguir




Una manera de extraer las semillas,
es abriendo la fruta y extrayendo manualmente o con un cubierto, luego lavando esas semillas y dejándolas secar sobre papel de cocina, por ejemplo, ya que éste absorbe toda la huedad que puedan tener las semillas.


Es muy importante que las semillas no estén húmedas, ya que de lo contrario podrían pudrirse o incluso germinar.
A poder ser, dejar las semillas sobre papel, en un lugar donde corra el aire y que no les de el sol.


Para saber si las semillas están secas
, para proceder a guardarlas, podemos coger una y tratar de romperla al doblarla. Si se rompe, es que está lista para ser guardada. También, si se muerden, “petan”, signo de que están secas.



Cómo guardarlas






Una vez tenemos las semillas secas, éstas deben guardarse en un lugar seco, fresco o frío, y sin luz solar.



A por der ser, en un lugar a temperatura estable. Así que tenemos diferentes opciones en función de las posibilidades de espacio y del lugar donde vayamos a guardarlas. Por ejemplo, en bolsas de papel o sobres cerrados, también en tela.

El papel y la tela son porosos y no retiene la humedad. Lo que hago yo es guardar el sobre cerrado, dentro de una bolsita de plástico cerrada únicamente por una grapa, así que entra y sale el aire, y me aseguro de que no se pierde ninguna semillas si se sale del sobre.

Otra opción es en tarros de cristal al vacío (herméticos), pero para eso hay que disponer de más espacio para guardarlos y utilizar algún método seguro para que se cierren bien.


Para que las semillas se mantengan secas se pueden utilizar: gel de silicio, tiza de pizzarra y cenizas (como hacen en el cultivo biodinámico).


Etiquetado y referencias



A cada tarro o bolsa de papel es importante anotar las referencias, personalmente pongo las siguientes como ejemplo:

  • (1) Alimento: Sandia;
  • (2) Clase: ecológico o no;
  • (3) Fecha de evasado;
  • (4) Cantidad de semillas aprox;
  • (5) Observaciones: podemos anotar lo que queramos, por ejemplo, si el fruto era bueno, muy bueno, su procedencia, etc.




Duración media de la capacidad germinativa normal de las semillas guardadas en buenas condiciones:


Cuando queramos utilizar la semilla después de un periodo largo de conservación podemos hacer una prueba de germinación para asegurarnos de su viabilidad.

Se trata de poner algunas semillas en varias capas de papel húmedo, a una temperatura de 20-25º (en el interior de casa) y observar la germinación después de una o dos semanas.

La viabilidad de la semilla es la capacidad que tiene de germinar y dar lugar a una nueva planta.
Las semillas pueden mantenerse viables un número muy variable de años, des de uno hasta 10 o más años. Un lote de semillas no pierde su viabilidad de forma repentina.

La proporción de semillas capaces de germinar disminuye progresivamente a lo largo de los años. Esta disminución de la viabilidad depende mucho de las condiciones de almacenaje
y, por lo tanto, es dificil decir el número de años que se puede conservar la semilla de una especie determinada.

A pesar de esto, en la siguiente tabla damos una orientación del tiempo medio de conservación de diferentes especies:

  • 1 Año: Cebolla
  • 2 años: Maíz
  • 3 años: Guisante, Lechuga, Judia, Pimiento, Zanahoria, Tomate, Escarola
  • 4 años: Acelga, Coles, Espinaca, Haba, Nabo, Rábano, Brocoli, Col de Bruselas, Coliflor, Remolacha, Navo, Abas
  • 5 años: Apio, Berengena, Calabaza, Melón, Pepino, Cardo, Calabacín, Sandía


El poder conservador de las pirámides



Una de las personas que más ha investigado sobre el poder de las pirámides es Gabriel Silva, quien lleva más de 40 años estudiándolas y analizando sus usos prácticos y terapéuticos.

Pues bien, antes hemos puesto el tiempo máximo de conservación de las diferentes especies, pero si conservamos las semillas dentro de pirámides, en ciertas condiciones y alineadas con el campo magnético de la Tierra, el poder conservador se incrementa mucho. Como el mismo Gabriel comenta:


1) Sabemos que las semillas pueden conservarse en la pirámide por casi siete años, aumentando además su poder germinativo, incluso aquellas que lo pierden al segundo o tercer año.

El experimento fue más o menos accidental, pues olvidé un pote con semillas de zanahorias en una pirámide en octubre de 1984 y lo encontré en un rincón al desarmarla, en agosto de 1991.

Conté y planté las semillitas con el resultado de la casi totalidad de germinación (suele salir menos del 70 % al segundo año) y con un promedio de tamaño de las plantas muy superior al normal.


2) Experimentos de otros colegas en Cuba confirman que el poder germinativo se conserva por más tiempo que ese, pues tienen semillas desde 1985, aunque el tema es estratégico y las autoridades no han publicado información.


3) Hay referencias sobre semillas encontradas por Napoleón Bonaparte en la Gran Pirámide, en Giza, que al parecer fue lo único que encontró allí el califa Al Mamun cuando consiguió abrirla en el 820, pero no hemos conseguido copias de los documentos, que quedaron en poseción de la familia del general Auguste de Marmont.


La referencia apunta a dos sacos de unos cincuenta kilos cada uno, de los cuales Napoleón extrajo sólo un puñado, autorizado por la Hermandad de las Pirámides (Templarios cuya Orden puede que exista actualmente, aunque sean musulmanes).

Esas semillas se sembraron en Holanda y brotaron
¡¡ Miles de años después de haber sido cosechadas y guardadas en la G.P.!!.


En la década del ’30, un grupo de norteamericanos se llevó los dos sacos de semilla que respetaron los siglos, los guardianes y los visitantes.


Espero que este breve reportaje sobre los bancos de semillas, dónde conseguirlas, cómo y conservarlas sea útil a aquellos interesados neófitos como yo.

También espero que despierte el interés por recuperar esa soberanía que hemos perdido sobre el poder alimentario; más que perdido, que hemos entregado por confianza, y que sin darnos cuenta, nos han arrebatado.

El poder está siempre en nuestras manos, pero debemos recuperarlo y ejercerlo.





¿Qué bancos de semillas existen actualmente?



En total, se han contabilizado 1.300 almacenes en el mundo, con seis millones de muestras recogidas.


El banco de semillas más grande del mundo es la llamada “Cámara Global de Semillas de Svalbard”, construida en Noruega para preservar las semillas del mundo en caso de catástrofe global… conocida como la bóveda del fin del mundo, este silo de alta seguridad, resistente a los terremotos, las erupciones volcánicas y las radiaciones, tiene capacidad para guardar 2.000 millones de semillas durante siglos a 18 grados bajo cero.


En España existen
principalmente tres bancos nacionales de germoplasma de hortícolas. Dos de ellos, en Valencia y Zaragoza, son bancos activos: dan y reciben semillas.

El de Alcalá de Henares, sin embargo, es un centro de base, quiere decir que su misión es exclusivamente la de conservación.

Tenemos, el Centro de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana de la Universidad Politécnica de Valencia (COMAV), el Centro de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), ubicado en la finca La Canaleja en Alcalá de Henares y el Banco de Germoplasma Vegetal de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid.

En el INIA se guardan duplicados de seguridad de todas las colecciones activas de semillas de la red española.


El primer banco de semillas en España tiene ya 40 años, y se creó en la facultad de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid la
primera en anticiparse cuando sólo había en el mundo otros tres bancos.

conservación semillas

El Banco de Germoplasma Vegetal de la UPM fue creado hace 40 años por el profesor César Gómez Campo.


El sistema implementado por el profesor Gómez Campo basado en la deshidratación de las semillas con gel de sílice y en la utilización de recipientes herméticos ha demostrado ser muy eficaz, ya que las pruebas de germinación realizadas al cabo de 40 años mostraron que las semillas tenían una viabilidad de casi el 100%.


En el banco de semillas de la UPM se utilizan envases de vidrio cerrados a la llama, con lo que la hermeticidad está asegurada.

Conserva unas 10.0000 accesiones de semillas
, fundamentalmente de especies endémicas y amenazadas de la Península Ibérica, las islas Baleares y la región Macaronésica, y de especies de la familia Brassicaceae (la familia de la col).


Por otro lado, Gipuzkoa ha abierto ya un banco de semillas para conservar especies vegetales amenazadas; se instalará en la finca Fraisoro, perteneciente a la Diputación.

En Euskadi, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrari, perteneciente al Gobierno Vasco, también ha hecho sus pinitos con la puesta en marcha hace unos años de un banco de semillas exclusivamente de maíz.


Según comentan,
el catálogo de plantas de interés alimentario supera las 20.000. Sin embargo, tan solo 200 pueden considerarse como cultivos importantes, de las cuales la mitad se comercializa a escala internacional.

La entidad va más allá: sólo veinte cultivos representan el 80% de la alimentación mundial, diez de ellos alcanzan el 66%. Trigo, arroz y maíz acaparan por sí solos el 41,5% de la producción mundial.




También, la la Concejalía de Agricultura ha puesto en marcha un Banco de semillas ecológica en la Cooperativa agrícola de Altea.

Por último, tenemos la Red en España de semillas “Resembrando e intercambiando” creada en 1999 (más info aquí) y la Red Europea para la Conservación de Semillas Silvestres (ENSCONET), quien coordina el trabajo de distintas instituciones europeas dedicadas a la conservación de semillas de especies endémicas europeas.Buena Siembra


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