Comer germinados es incorporar energía a todas las células del cuerpo, favorecen la salud y alargan la vida.
Son más nutritivos que las verduras, más digeribles que las frutas, más revitalizadores que las hortalizas, los germinados son un alimento natural y único que debemos incluir en la dieta para conseguir un estado de salud inmejorable.
La germinación “es el proceso por el cual una semilla se transforma en planta“. Todas las plantas pasan por un período de germinación, pero no todos los germinados son comestibles. La semilla tiene, fundamentalmente, dos partes principales, el embrión y el endospermo (es una reserva que nutrirá al embrión hasta que se convierta en planta). Los valores nutricionales de la semilla aumentan y algunos nutrientes que en una semilla seca no están se formaran al germinar.
Los germinados son de los pocos alimentos que comemos vivos, lo que aumenta mucho su valor nutricional y representan una opción eficaz a los problemas nutricionales modernos.
Los alimentos naturales y principalmente los germinados, utilizados correctamente, facilitan la eliminación de las toxinas y residuos acumulados en el cuerpo y ayudan a evitar enfermedades.
Algunas beneficios de los germinados son:
• Favorecen los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos.
• Fortalecen el sistema inmunitario.
• Son antioxidantes, combaten los radicales libres.
• Estimulan las secreciones del páncreas.
• Facilitan la digestión, activan la regeneración y desinflamación del aparato digestivo.
• Mejoran el funcionamiento intestinal, alivian el estreñimiento, fortalecen el intestino y la flora intestinal, ayudan a eliminar gases y desechos.
• Reducen el índice de colesterol.
• Fortalecen el sistema nervioso.
• Ayudan a mantener la flexibilidad de las arterias y la vitalidad de las glándulas.
• Retrasan el envejecimiento, ya que sus componentes permiten que las células del cuerpo se mantengan jóvenes durante más tiempo.
• Favorecen el metabolismo por su acción reconstituyente.
• Están recomendados en casos de anemia por su riqueza en clorofila y para personas con el estómago delicado.
Los germinados son una importante fuente de vitaminas A, C, D, E, calcio, magnesio, fosforo, potasio, sodio, silicio y todo el complejo B, también contienen proteínas completas con todos los aminoácidos esenciales, completa y asimilable, de 100 gr.de germinados más del 70% es proteína pura, los aminoácidos esenciales tiene gran importancia en la dieta porque el cuerpo NO los produce y ser ingeridos a través de los alimentos.
Las semillas que más se utilizan para los germinados son las de los cereales y las leguminosas.
Los germinados aunque se pueden consumir crudos es aconsejable cocerlos un minuto o darles un hervor de unos segundos.
Los germinados no son aconsejables para personas que sean alérgicas a alguno de los componentes de la semilla germinada o a la clorofila, para las mujeres embarazadas y durante la lactancia.
Pueden alterar el color de la orina y de las heces, esto es debido a su poder desintoxicante que tienen.
Cualquier semilla de leguminosa (legumbre) o grano de cereal puede ser germinado, los más conocidos:
-Alfalfa, uno de los germinados más conocidos, es una buena fuente de vitaminas A, B, C, D, E, F y K y contiene muchos minerales y muchas enzimas necesarias para la digestión, tiene importantes propiedades depurativas.
-Avena, su germinado es el más recomendable para trastornos nerviosos, depresiones y alteraciones del sueño. Contiene vitaminas B y E, proteínas, carbohidratos, fibra y silicio, necesario para el desarrollo de las estructuras musculares, cerebrales y nerviosas.
-Rábano, es rico en vitamina C y potasio, y tienen buen sabor.
-Judías, son una fuente excelente de proteínas, vitamina C, A y E y ricos en minerales.
-Guisantes verdes, son ricos vitaminas B y vitamina C, también en magnesio, fósforo y zinc. Son adecuados para el crecimiento y la vista.
-Garbanzos, ricos en carbohidratos, fibra, calcio, proteínas, magnesio, potasio y vitaminas A y C. No producen gases durante la digestión.
-Soja, es rica de proteínas y vitaminas A, B, C y E, lecitina, posee ácido fólico, calcio, magnesio y hierro. Es útil en la menopausia, la fatiga y en los cambios de ánimo.They can be sprouted under pressure like mung beans.
-Lentejas, ricas en proteínas, vitamina C y B1, tienen hierro, cobre y zinc. Aconsejables en situaciones de estrés y para tonificar el cuerpo en épocas de agotamiento.
-Girasol, tiene vitaminas B, D y E, ácido linoleico, proteínas, grasas insaturadas, calcio, hierro, fósforo, potasio y magnesio.
-Maíz, tiene un alto contenido en magnesio, necesario para conservar la tensión muscular especialmente en el tracto intestinal.
-Trigo, es rico en proteínas, magnesio, fósforo y vitaminas B y E. Previene infecciones, regenera las células y sirve para tratar trastornos nerviosos.
Es más seguro confiar en los alimentos que la naturaleza nos proporciona, que creer en las teorías alimenticias y las creencias científicas. Los productos químicos no podrán compararse nunca con el elemento creado por la naturaleza.
Al añadir progresivamente germinados, así como varios alimentos vivos en nuestra dieta habitual, notamos más las necesidades de nuestro cuerpo ya que al desintoxicarse, nuestro sentido alimenticio y nuestra conciencia van despertándose.
Los germinados se digieren y asimilan muy fácilmente por el cuerpo y son para el adulto lo que la leche materna es para el bebé.
Además, son alimentos que no engordan porque aportan muy pocas calorías.
La conservación de los germinados en la nevera depende de que hayan sido guardados bien secos, si es así, pueden guardarse unos 12 o 15 días, mejor probarlos antes de comerlos para comprobar que no estén amargos.
Por último añadir lo fácil que es consumirlos. Los germinados son muy útiles en la cocina. La forma más conocida de comerlos son crudos en ensalada, pero también se pueden tomar licuados en jugos de cítricos naturales, de tomate o de zanahoria, se pueden añadir a sopas y guisados con otras verduras y al vapor, pocos minutos. Al cocinarlos disminuye algo su valor nutricional por lo que es mejor comerlos crudos.
Al igual que otros alimentos enérgicos, como las algas o los fermentados, la forma ideal de tomar germinados es en raciones pequeñas y mejor todos los días.
JOSEP MASDEU BRUFAL
TOMAR EN CUENTA:
Existe una gran gama de semillas que se pueden utilizar para hacer germinados.
Sin embargo, lo más importante es que las semillas provengan de plantas de cultivo biológico, sin tóxicos químicos ya que así conservan todo su poder germinativo.
Alfalfa
Sabrosa y crujiente, la alfalfa germinada es una de las germinaciones más ricas y completas. Posee una gran cantidad de vitaminas y minerales. Contiene los aminoácidos más importantes, y una relación f6sforo / calcio excelente. Los granos de alfalfa son campeones de productividad.
Soja verde
El germinado de soja es muy rico en proteínas y vitaminas y tiene un sabor refrescante. Su contenido de carbohidratos es el mismo que el del melón. contiene tanta vitamina A como el melón, tanta tiamina como el aguacate, tanta riboflavina como la manzana desecada, tanta niacina como el plátano, tanta vitamina C como la piña y menos calorías que la papaya.
Trigo
Es el abanderado de los germinados. Tiene un sabor dulce y agradable, y es muy saludable. A partir de germinados de trigo se pueden realizar numerosas preparaciones culinarias. Es preferible utilizar variedades antiguas de trigo, como espelta o kamut. pues las variedades modernas han sufrido numerosas hibridaciones que les han hecho perder parte de su potencial energético.
Girasol
las semillas de girasol germinadas son muy ricas en proteínas y grasas Insaturadas. Es un alimento perfecto para el ser humano. Diversos estudios han demostrado que una alimentación constituida casi exclusivamente de germinados de girasol durante semanas, permitía alcanzar unos niveles físicos y mentales extraordinarios y sin sufrir carencias.
Azuki
Esta pequeña judía roja procedente de Extremo Oriente, tiene un sabor muy característico, pero no muy fuerte. Hay que tener precaución con los granos que no han llegado a germinar. pues son muy duros.
Lentejas
De sabor agradable, son muy ricas en proteínas y hierro y tienen grandes propiedades energéticas y nutritivas.
Garbanzos
Con los germinados de garbanzos se pueden realizar deliciosos patés vegetales. Además, al contrario de lo que ocurre cuando cocinamos el grano seco, los germinados de garbanzos no producen gases durante la digestión.
Cebolla
Los germinados de cebolla tienen el mismo sabor que la cebolla tierna… ¡pero mucho más tierna! Resulta chocante su aspecto, pues aún después de germinar, las semillas presentan el mismo color negro que tenían antes de la germinaci6n. Sus tallos son largos y verdes, y resultan muy adecuados para añadir a las ensaladas o condimentar cualquier plato.
Arroz
Germina con facilidad, aunque el principal problema reside en encontrar arroz que haya sido secado a temperatura ambiente. La mayoría de arroces del mercado, incluso los biológicos, han sido secados con calor y han perdido su potencial germinativo.
Hinojo
Una forma nueva y original de consumir el hinojo. De esta planta no sólo se consumen los deliciosos bulbos, sino que también produce unos fantásticos germinados con su característico sabor anisado.
Mostaza
Es el germinado más picante. Ideal para condimentar platos de una forma sana y natural pues su sabor resulta más auténtico que la mostaza comercializada en forma de salsa.
Quinoa
Es un cereal procedente de Sudamérica, y el alimento preferido de los incas. Los germinados de quinoa proporcionan una extraordinaria vitalidad, y se pueden consumir solos o mezclados con ensaladas u otros platos.
Trébol
La simpática planta de la suerte produce unos germinados largos y finos, parecidos a los de la alfalfa aunque con un sabor más consistente, y que adquieren clorofila con facilidad.
Rábanos
Para los amantes de los sabores fuertes. Los germinados de rabanitos conservan el sabor característico de la planta adulta, pero con mayor intensidad. Resultan muy apropiados para mezclar con otros germinados más suaves.
Escarola
Para los adictos a las ensaladas, nada mejor que un plato de germinados de escarola. La ternura de unas hojas verdes elevada a la enésima potencia.
Amapola
Las semillas de amapola producen unos germinados algodonosos y de color ocre. Poseen un sabor muy particular y agradable.
Ingredientes para obtener germinados
1 frasco de vidrio de un litro con boca ancha.
3 cucharadas de semilla bien lavada (lenteja, soya, trigo, amaranto, alfalfa, garbanzo, etc.)
1/2 litro de agua.
Elaboración de los germinados
Las semillas se lavan y se colocan en el frasco con agua (tres veces su volumen) La boca del frasco puede cubrirse con una tela delgada para que no entren los insectos.
El frasco se deja en un lugar oscuro y cálido de 10 a 12 horas para la alfalfa, de 12 a 15 horas para las lentejas y soja.
Luego se escurre el agua (la tela evitará que salgan las semillas) y se enjuagan bien con agua tibia.
Se acomodan los granos a lo largo de la pared del frasco y se vuelven a colocar en un lugar oscuro y cálido, enjuagándolos dos o tres veces los primeros días y luego una vez al día.
Unas 48 horas después de haber iniciado el remojo, las semillas ya están muy reblandecidas, por lo que su cocimiento se hará en mucho menor tiempo (y podrían ser no más de 10 minutos de hervor) y con un ahorro considerable de combustible.
Cuando los brotes tienen de 2 a 3 centímetros de largo se exponen a la luz solar indirecta por espacio de unas 2 horas para que las hojitas se pongan de color verde, o sea, para que se les forme la clorofila, con esto se favorece el aumento de Vitamina C y toman un sabor más agradable.
Si se desea separar las capas exteriores de las semillas, o sea las cáscaras, antes de comer los brotes, éstos se colocan en una cubeta con agua y entonces las cáscaras flotan y se recogen en la superficie, mientras que los brotes se van al fondo.
¡Ahora los germinados están listos!
El cuidado de los germinados consiste básicamente en proporcionarles el drenaje adecuado (escurrir completamente el agua con que se enjuaguen) para mantenerlos solamente húmedos, ya que mucha agua o muy poco aire crearán hongos y desechos. En clima más caliente y más húmedo, acorte el tiempo de remojo y enjuáguelos con más frecuencia para mantenerlos frescos. Así pues, el tiempo de germinación varía según la temperatura. También la clase de semilla tiene que ver con el tiempo de germinación. Por ejemplo, los brotes de ajonjolí se amargan teniéndose en proceso de germinación más de dos días, es decir que deben aprovecharse a más tardar 48 horas después de haberse iniciado el remojo. En el caso del amaranto se consideran como condiciones óptimas para la germinación una temperatura de 30° C y un intervalo de tiempo que va de 18 a 30 horas, ya que puede obtenerse un incremento en la concentración de proteína de 15.78 a 16.11% y en cuanto a la lisina de 4.52 a 5.55 gramos por 100 g. de proteína.
Las semillas que se requieren para germinar deben estar vivas, no sirven semillas irradiadas o sometidas a procesos físicos o químicos que alteren su estructura vital.