A lo largo de la historia se ha probado la importancia que tiene para nuestro organismo el consumo de las frutas. Entre ellas se cuenta una muy importante, cuyos referentes mitológicos la han convertido en símbolo de fertilidad, renacimiento y salud: la granada
Este bello fruto es muy popular por su color morado oscuro y por tener un alto contenido en antioxidantes que ayudan a mantener la piel vigorosa y sin arrugas. Sin embargo, además de ayudar a mantener la lozanía, la granada posee múltiples beneficios para la salud humana.
Ayuda a reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares
Los estudios han probado que beber diariamente jugo de granada ayuda a normalizar los niveles del flujo sanguíneo hacia el corazón. Sus propiedades antioxidantes ayudan a eliminar el colesterol malo, lo que impide la formación de coágulos en las arterias.
Previene el cáncer y los tumores
Ingerir granada favorece las defensas del cuerpo para prevenir distintos tipos de formaciones cancerígenas. Su corteza contiene flavonoides, antioxidantes que combaten eficazmente los radicales libres.
Es fuente de nutrientes
La granada es rica en diversas vitaminas esenciales para el cuerpo humano, como son vitamina A, vitamina C, vitamina E y ácido fólico.
Apoya el sistema inmunológico
Al contener altas cantidades de antioxidantes, sirve de apoyo al sistema inmune del organismo. Por esta misma razón, posee propiedades antivirales y ayuda a prevenir y combatir los estados gripales.
Alivia los síntomas de la menopausia
Se cree que el jugo y el extracto de granada son muy efectivos para tratar los desagradables síntomas de malestar que acompañan el período de menopausia.
Favorece el cuidado de la piel
En muchos países se le considera un excelente remedio para el cuidado y mantenimiento de la piel, pero también para aliviar inflamaciones y otros trastornos cutáneos.
Nutre el flujo sanguíneo
Por su alto contenido en hierro, la granada fortalece la sangre. Ayuda a prevenir la anemia, así como a aliviar sus síntomas: mareos, fatigas, debilidad, etc.
Otros usos
- Para tratar algunas dolencias como la llamada garganta nuclear.
- Para reducir el riesgo en los ancianos de desarrollar Alzheimer.
- Para reducir la probabilidad de que los bebés nazcan prematuros.
Por todas estas razones, es altamente recomendable que sumemos la granada a nuestra dieta habitual, ya sea comiendo la fruta directamente, elaborando jugos o usando su extracto para preparar diversos remedios e infusiones.
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