Desde Alemania nos llega el último avance tecnológico en la lucha contra el cáncer. Científicos alemanes han desarrollado un microchip que se implanta cerca del tumor para controlar así su crecimiento.
Este aparato será especialmente útil para vigilar el crecimiento de los tumores que no se pueden operar al encontrarse en lugares de difícil acceso como, por ejemplo, en el cerebro, en el hígado o aquellos localizados cerca de la columna vertebral, pues se corren el riesgo de cortar el nervio durante la actuación quirúrgica.
Sven Becker, director de este proyecto, explicó que gracias al sensor del microchip es posible registrar los niveles de oxígeno disueltos en los tejidos cercanos al tumor. De esta manera se detecta fácilmente si éste está creciendo de forma agresiva. Los resultados se transmiten de forma inalámbrica a una unidad externa para ser monitorizados. Así, los datos sobre la actividad del tumor pueden estudiarse de forma rápida y práctica.
Hasta ahora, el dispositivo, de unos dos centímetros de largo, sólo ha sido probado por los investigadores de la Universidad Técnica de Múnich en tejidos en cultivo. El siguiente paso es probarlo en animales vivos.
El aparato es conocido como IntelliTuM (del inglés Implante Inteligente para Monitorizar Tumores). Cuenta con un sensor de auto-calibración, un medidor de datos y evaluador electrónico, así como un transmisor. Todos los componentes están contenidos dentro de una carcasa de plástico biocompatible. Además de los sensores de oxígeno, los investigadores han incluido sensores para controlar el pH, otro indicador del crecimiento del tumor.
Una de las grandes ventajas de utilizar este dispositivo, según apunta Becker, es la posibilidad de recibir y analizar los datos a distancia. Si finalmente los experimentos demostraran que el aparato funciona y que el cuerpo humano lo acepta, supondría un gran avance en la lucha contra el cáncer y en la calidad de vida de los pacientes, pues repercutiría directamente en un menor número de visitas a los centros sanitarios para controlar los tumores.
Además, el equipo asegura que futuros diseños de este dispositivo incluirán una pequeña bolsa que administre los medicamentos de quimioterapia directamente en la zona afectada por el tumor, como una bomba inteligente que actúe justo en la zona afectada, sin dañar el resto de las células.
Esta mejora implicaría que los pacientes, además de estar más controlados, serían tratados con más rapidez y sufrirían menos efectos secundarios.
El desarrollo de este microchip se encuentra todavía en sus primeras etapas pero los investigadores esperan tener un dispositivo listo para su uso médico dentro de diez años.
Fuente: Technology review.-Publicado:Teresa.-Angeles de Luz