
  Ser dueño de la propia ruta vertebral cumple diferentes funciones.
 Primero,  despeja energías extrañas de la zona de la columna así como energías  propias bloqueadas. Ello permite que tu ser habite esa parte
 del cuerpo más plenamente. Igualmente importante, abre el camino para
 que  la energía cósmica y la fuerza vital fluyan libremente en y a través de  las rutas centrales del cuerpo, que a su vez hacen girar los chakras.
 Ello facilita el despejamiento y la apertura de los chakras.
 Otro  de los efectos de esta técnica es equilibrar el flujo ascendente y  descendente. Si eres una persona etéricamente saludable, la energía  cósmica y la fuerza vital están constantemente fluyendo a través de la  coronilla en forma de rayo de luz coloreada. Cada uno tiene un rayo de  un color determinado que «hace fluir» durante toda la vida. Este rayo  está condicionado por el objetivo que pretenda alcanzar tu alma a través  de la encarnación y por las lecciones concretas que quiera aprender. (The Seven Rays Made Visual de Helen Burmeister es un libro excelente sobre este tema.)
 A  medida que la energía del rayo penetra tu aura y alcanza el chakra  exterior sobre la coronilla, gira alrededor de una serie de anillos y  entra en afinidad con tus necesidades actuales. Entonces entra en el  séptimo chakra o de la coronilla, llegando a una estructura en forma de  prisma situada en el interior de la parte superior de la cabeza. Allí se  refracta descomponiéndose en otros colores que se envían en sentido  descendente hasta el punto central del sexto chakra o tercer ojo. Parte  de la energía vuelve a girar, esta vez hacia el interior del sexto  chakra, mientras que el resto desciende a través de la ruta vertebral  entre los chakras, llegando hasta el área de la garganta. La energía  continúa girando en los chakras, descendiendo por la columna hasta la  raíz o primer chakra. La luz descendente es transducida en el corazón o  cuarto chakra en una energía, más en sintonía con el plano físico, que  tiene cierta cualidad ígnea.
 En  el primer chakra esta luz ígnea asciende en forma de remolino por la  ruta vertebral, haciendo girar a su paso cada uno de los chakras. En el  chakra del corazón se vuelve a transducir en luz cósmica para luego  continuar ascendiendo hasta que alcanza de nuevo la coronilla, donde se  vierte sobre el aura. El movimiento descendente de energía en forma de  rayos llena la parte subconsciente de cada chakra situada en la parte  posterior del cuerpo. El flujo ascendente gira y se desborda penetrando  en la porción consciente de cada chakra situada en la parte frontal del  cuerpo.
 Todo  el proceso funciona de forma continua, día y noche. Si cualquiera de  los chakras se parase completamente y fuera incapaz de mantener el  flujo de los rayos, el cuerpo moriría en unos tres días. De ahí la  importancia de mantener despejada la ruta vertebral.
 La  ruta vertebral es una de las zonas del cuerpo más susceptibles a la  posesión por parte de entes y al control psíquico procedente de otras  personas. La sanación o prevención de este problema son otros beneficios  de la técnica que expondré a continuación.
Para poder equilibrar el  flujo de energía cósmica del cuerpo se toma energía terrestre a través  de las plantas de los pies. Tienes un pequeño chakra situado en el  centro de la planta de cada pie. Estos chakras están para que te  conectes con el planeta y el planeta contigo gracias a un proceso de  intercambio continuo similar al que se da entre el chakra de la  coronilla y la energía cósmica.
 En  muchas personas, los chakras de los pies permanecen inactivos a todos  los efectos. La Tierra ha venido asimilando una gran cantidad de dolor a  través del genocidio de las civilizaciones indígenas en todo el mundo,  la absorción de las emociones reprimidas por la población humana, la  casi inexistencia de celebraciones conscientes y ritos de gratitud hacia  la Tierra y sus dones, por no mencionar el abuso indisimulado del  propio planeta; debido a esto, la mayoría de sus habitantes se encuentra  aislada de esta fuente vital de alimento, conexión y fuerza de vida. Es  más, la mayoría de las personas iniciadas en la espiritualidad que he  conocido y con quienes he trabajado conscientemente, operan  fundamentalmente a partir del chakra del corazón hacia arriba. El resto  de los chakras les siguen funcionando básicamente en piloto automático,  con poca o ninguna comunicación con la Tierra.
 A medida que te abres para recibir de nuevo la energía de la Tierra es importante ser muy específico y claro en el intento.
 Muchos  tienen chakras activos en los pies pero absorben energías oscuras  acumuladas en el planeta en lugar de conectar con el ser planetario de  forma saludable y enriquecedora para ambos. Si eres una de esas  personas, será muy importante seguir el proceso para tomar energía de la  Tierra. Tendrás que comunicar con la Tierra como el ser consciente que  es. Dándole las gracias y pidiendo exactamente lo que quieres de ella.  Tu salud y tu camino evolutivo son inseparables de los suyos. Abrirse a  la Tierra es más una invocación a Gaia, la Tierra en tanto que Ser  Sagrado, que una técnica para obtener energía. Por ello, cuando se  incluya operar con la energía de la Tierra en el siguiente proceso, se  dará a modo de liturgia, sugiriéndose oraciones de gratitud para  acompañar la técnica.
 Ver ilustraciones 3a y 3b
 Sigue  los siguientes pasos para mantener la ruta vertebral despejada y los  chakras girando mediante el flujo de luz y energía cósmicas y  terrestres.
 1. Conéctate a la tierra
2.  Retrae el aura a 60 ó 90 cm en todas las direcciones del cuerpo, sobre  la cabeza, bajo los pies, a ambos lados del cuerpo, delante y detrás en  la forma ovoide que ya conoces.
 3. Comprueba los colores que tiñen el límite del aura y renuévalos si es necesario.
 4. Visualiza un sol dorado a unos cincuenta cm por encima de la cabeza. Míralo cómo brilla radiante.
 5.  Dirige un rayo o corriente de luz solar hacia el chakra de la  coronilla, situado en el centro de la parte superior de la cabeza.  Primero una corriente muy pequeña como un hilo. Así descenderá  fácilmente por el canal sin atascarse en caso de que éste estuviera  bloqueado.
 6.  Lleva la pequeña corriente de luz solar al interior de la cabeza  mediante la respiración, la visualización y la intención. Dirígela hacia  la parte posterior de la columna justo debajo de la protuberancia  occipital en la base del cráneo. Ve despacio.
 7.  Continúa dirigiendo el flujo de luz dorada todavía descendiendo  lentamente por la parte posterior de la columna hasta el primer chakra  situado en su base.
 8.  Permite que un 10 % de la energía descienda por el cordón de conexión  llevándose cualquier energía bloqueada. Como un desatascador cósmico.
 9. Dirige lentamente el 90% restante de la luz solar dorada en sentido ascendente por la parte delantera de la columna.
 10.  Cuando la luz alcance el chakra de la garganta (ver ilustración de la  página 133) situado en el centro de la misma, divídelo en tres partes  iguales, luego haz que dos partes desciendan por los brazos y salgan por  las palmas de las manos y que la tercera parte ascienda saliendo a  través del chakra de la coronilla. Habrá un continuo movimiento de  entrada y salida de luz dorada por el área de la coronilla con el ir y  venir de la corriente.
 11.  Cuando sientas la energía salir suavemente por la palma de las manos y  por la coronilla, contiúa visualizando la corriente descendente por  detrás y la corriente ascendente por delante de la columna. Cada vez que  repitas la visualización sigue el movimiento de la energía con tu  conciencia hasta que salga por las manos y la coronilla. Repítelo varias  veces hasta que se convierta en algo fácil y natural.n
 12.  Ahora, imagina un dial con las etiquetas «manual» y «automático»  superpuestas en el Sol. Mueve el dial a automático y deja tu mente calma  y serena.
 13.  Al mismo tiempo que mantienes el flujo de energía cósmica en automático  lleva tu conciencia hacia las plantas de los pies. Saluda solemnemente  a Gaia, la Madre Tierra, dándole las gracias por todo lo que nos  proporciona: comida, refugio, ropas, coches, combustible que nos  calienta, agua para beber y lavarnos, flores y árboles que embellecen,  la creación del aire que respiramos y todo lo que nos sirve para  sustentar y mejorar la vida física, así como para alimentar el espíritu.  Luego dile a la Madre Tierra que prometes ocuparte siempre de ella y  que la respetarás en todos los sentidos; dile que sólo tomarás de ella  lo que necesites y que le corresponderás con tu amor y gratitud.  Encuentra tu propia y sincera manera de expresarlo. Luego pide a la  Tierra que te llene de su enriquecedora y cariñosa luz. Abre los  chakras de los pies inhalando a través de ellos y adoptando la intención  despeje 
  
 FIGURA 3a:
Flujo  de energía, vista lateral. La luz solar dorada fluye desde encima del  aura y entra por el chakra de la coronilla. Fluye desde la coronilla  descendiendo por la parte posterior de la columna, rodea la rabadilla,  sube por la parte frontal de la columna y vuelve a salir por la  coronilla.
 
  
 FIGURA 3b:
Flujo  de energía, vista frontal. Después de que la luz solar dorada ha  descendido por la parte posterior de la columna, rodeado la rabadilla y  ascendido por la parte frontal de la columna hasta el chakra de la  garganta, la energía dorada se divide en 3 partes iguales. Dos porciones  bajan por los brazos y salen por las palmas de las manos. La tercera  parte fluye por la cabeza saliendo del cuerpo a través del chakra de la  coronilla.
  
 pejada  de recibir lo que te dé. La energía fluirá desde los pies por las  piernas ascendiendo al primer chakra donde se mezclará con la energía  cósmica en ascenso.
 Nota:  Si tienes tendencia a absorber el dolor o la energía oscura del  planeta, coloca un filtro de luz violeta de unos 115 cm2 de ancho por 15  a 20 de espesor bajo los pies. Esto lo solucionará.
 14.  Paso optativo: A veces querrás sintonizar con ciertos lugares del  planeta donde exista dolor y oscuridad o pedirás que se te muestren.  Visualiza que llenas y rodeas esos lugares con fuego violeta. Mantén la  visión sanadora hasta que veas o sientas una liberación y transmutación  de las energías. En áreas donde el mal es crónico pueden hacer falta  varias sanaciones hasta que se note un cambio significativo.
 15.  Ahora pon el flujo de energía de la Tierra en automático y reanuda la  meditación normal. Si todavía no has desarrollado un estilo de  meditación, puedes simplemente observar tu respiración para crear un  punto de enfoque, o repetir una y otra vez una afirmación como «yo soy  el que soy» o «estoy lleno a rebosar de luz y amor divinos», o  simplemente fija la vista en la llama de una vela, rechazando cualquier  pensamiento que te venga a la mente.
16. Cuando hayas terminado  devuelve los dos indicadores de energía, cósmica y terrestre, a la  posición manual. Vuelve a comprobar tu conexión a la tierra, abre los  ojos y sigue con tu vida diaria. Si te sientes sobrecargado de energía,  dobla el cuerpo hacia delante de modo que cabeza y brazos cuelguen y  las manos toquen el suelo mientras respiras profundamente. Puedes  hacerlo sentado o bien de pie con las rodillas flexionadas y los pies  separados. A esto se le llama «inclinarse y volcar todo».
 Se  recomienda que hagas fluir energía durante un mínimo de diez minutos en  cada sesión para obtener los mejores resultados. Mientras fluya,  utiliza la técnica de meditación que desees. Si te cuesta mantener la  luz dorada
y las energías de la Tierra fluyendo cuando dejas de  dirigirlas conscientemente, adopta como foco de la meditación la imagen  del flujo a través de los canales. Después de hacerlo unas cuantas  veces, podrás poner el proceso en automático y seguir con otra técnica  de meditación o autosanación mientras la energía sigue fluyendo.
Publicado por pedro n. fernandez