Se ha revelado que científicos que realizan ensayos clínicos de productos farmacéuticos y otras muchas intervenciones médicas a menudo retienen información vital que puede suponer una amenaza para la salud pública. En una revisión publicada en el British Medical Journal (BMJ), se encontró que algunos científicos suelen participar en la retención de datos fraudulentos – el acto de mantener la evidencia incómoda e indeseada fuera del resultado final.
Los hallazgos ponen en duda la validez de casi todos los ensayos clínicos con medicamentos, los informes anteriores han puesto de relieve los peligros ocultos de muchos de los medicamentos farmacéuticos comunes. Tylenol, uno de los más populares medicamentos sin receta para una serie de enfermedades comunes, ha sido objeto de un estudio de este tipo. Se encontró que bajas dosis de Tylenol en realidad puede ser aún más letal que una sobredosis masiva, dando lugar cada año a una serie de muertes prevenibles y hospitalizaciones de los consumidores que toman Tylenol para ayudar a superar los síntomas leves.
Una historia de peligros farmacéuticos ocultados
Otro fármaco recientemente en el centro de atención es la Aspirina. Sorprendentemente, la aspirina puede ser la culpable de lesiones intestinales y hemorragias internas, según las recientes investigaciones. Sin embargo, quizás la relación más sorprendente de todas, es la vinculación entre los antibióticos y una multitud de enfermedades. Se ha descubierto que causan obesidad, síndrome metabólico, enfermedad mental, y desequilibrio intestinal, los antibióticos en realidad reducen las bacterias beneficiosas en el intestino conocidas como probióticos y causan estragos en el sistema inmunológico.
Teniendo en cuenta que estos ejemplos sólo menciona dos de los innumerables fármacos que se toman diariamente por millones de personas en todo el mundo, es fácil ver cómo las muertes por medicamentos superan las muertes por accidentes de tráfico en los Estados Unidos.
“Retener los datos es un problema grave en la investigación clínica”, informaron los investigadores. “Se distorsiona el registro científico, por lo que no se pueden tomar decisiones clínicas basadas en las mejores pruebas científicas”.
Con los resultados de los ensayos clínicos alterados para el agrado de las empresas farmacéuticas y científicos apoyados por intereses particulares, no es de extrañar que miles de personas mueran anualmente por el “recomendado” uso farmacéutico conservador.
Traducción: http://elnuevodespertar.wordpress.com
Fuente: naturalsociety