Los dedos de los pies se agarran a la tierra para avanzar. Simbolizan nuestras raíces que nos sujetan a la tierra, nos alimentan y nos dan estabilidad.
Cada dedo representa un detalle particular, un área de la vida y las consecuencias de nuestra actitud en las relaciones.
Problemas en los dedos de los pies indican que no nos sentimos alimentados, satisfechos y realizados con nuestras vivencias, con la posición que ocupamos.
El dedo pequeño del pie (meñique): Cuando sufrimos algún daño en este dedo, significa que nuestra manera de establecer relaciones no nos satisface y deseamos cambiar los antiguos hábitos y sustituirlos por otros nuevos.
El cuarto dedo del pie (anular): Los males que se puedan presentar en este dedo reflejan cierta tensión en alguna relación por motivos de justicia y de injusticia.
Tercer dedo del pie: Los traumatismos o las tensiones en este dedo significan que nos resulta muy difícil encontrar la estabilidad y el equilibrio en nuestras relaciones por lo que tenemos miedo de continuar hacia delante.
Segundo dedo del pie: Las tensiones en este dedo expresan que nos resulta muy difícil digerir algunas situaciones relacionadas con el mundo material o profesional.
El dedo gordo (pulgar): Es la base del apoyo, del avance en las relaciones. Los problemas en este dedo indican tensiones en nuestra relación con el exterior. Si se trata de la parte interna reflejará problemas materiales, si por el contrario, está afectada la parte externa, se trata de conflictos afectivos.
La desviación de éste dedo hacia los demás dedos cruzándolos por encima o debajo (hallus valgus) significa que la persona tiene dificultad para “ocupar su lugar” en la vida. Porque se creen obligadas a responder a los deseos y expectativas de los demás. ¿Me veo obligada a ocuparme de alguien por miedo a lo que piensen los demás?
Fuente:Conocernos, que nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad” de Joman Romero Lopez