Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nanjing (China), ha demostrado que el material genético del arroz, concretamente el micro ARN, un ARN (ácido ribonucleico) monocatenario capaz de regular la expresión de otros genes, logró superar el proceso digestivo del ser humano en la alimentación, afectando y alterando la biosíntesis del colesterol. Este descubrimiento lleva a un posible camino para determinar que los alimentos transgénicos podrían influir en la salud humana, si lo hicieron alimentos convencionales como el arroz, también lo podrían hacer los alimentos modificados genéticamente. Recordemos que los investigadores en biotecnología aplican el principio de equivalencia sustancial, es decir, un alimento transgénico cuya equivalencia en peso, imagen y contenido nutricional es similar a la de un alimento tradicional, es totalmente seguro, pero hay que añadir que un alimento también podría actuar del mismo modo que el arroz, si este afectó a la biosíntesis del colesterol, ¿qué podría hacer un alimento modificado genéticamente?
Monsanto ha afirmado hasta la saciedad que el material genético introducido en los alimentos transgénicos no representa ningún riesgo para la salud y no puede pasar al ser humano, pero el descubrimiento realizado muestra que sí existe esa posibilidad. Por otro lado, otros estudios han podido determinar que el maíz Bt (genes del Bacillus thuringiensis) de Monsanto causaba daños en los órganos de los animales de laboratorio, también se ha constatado que la soja transgénica podía alterar el organismo de los ratones a nivel celular. Por poner algunos ejemplos de estudios que cuestionan la seguridad de este tipo de alimentos, sería interesante retomar la lectura de los posts El consumo de alimentos transgénicos afecta al crecimiento y la capacidad reproductiva de los mamíferos, y Los alimentos transgénicos pueden provocar infertilidad. Decir que los alimentos transgénicos podrían influir en la salud humana es cada vez menos disparatado.
Al respecto, cabe destacar que las compañías biotecnológicas planean utilizar micro ARN en las nuevas generaciones de alimentos transgénicos, por lo que el riesgo de que afecten a la salud humana se incrementa. Hasta el momento las modificaciones contemplan la inclusión de genes de otras especies en los alimentos con el fin de poder tolerar herbicidas como el glifosato o para poder producir toxinas que acaben con plagas y enfermedades. Embarcarse en el uso del micro ARN (fragmentos genéticos) con los que bloquear las funciones de determinados genes en insectos y enfermedades es un riesgo potencial, si el micro ARN es capaz de superar la digestión humana y afectar al organismo, pone al descubierto que los procedimientos no son tan seguros como manifiestan los expertos en este campo.
Claro, que también hay que decir que el estudio chino debe ser ratificado antes de asegurar que el micro ARN puede superar la digestión y afectar al organismo. Si esta información se confirma, hay que entender que lo que podría afectar a los insectos, nos podría afectar a nosotros y la razón es simple, aunque somos criaturas diferentes, compartimos buena parte del material genético por lo que el uso del micro ARN en los alimentos para combatir a los insectos podría afectarnos a nosotros de igual modo cuando consumiéramos las nuevas variedades de trigo, soja o arroz transgénico entre otros, y con consecuencias impredecibles, como ya hemos indicado en otras ocasiones, el riesgo de los alimentos transgénicos son los efectos impredecibles y desconocidos que pueden encerrar.
Las nuevas generaciones de alimentos modificados genéticamente podrían suponer un riesgo aún mayor para el medio ambiente, tanto los insectos perjudiciales para los cultivos como los insectos beneficiosos podrían verse afectados, ambos tipos conviven en los campos de cultivo y sucumbirían de igual modo. Determinar un gen específico que acabe con una plaga, implica el riesgo de exterminar a los insectos beneficiosos. También hay que tener en cuenta otros riesgos demostrados como por ejemplo las pruebas que demuestran que los insectos han desarrollado resistencia al maíz transgénico, con las nuevas técnicas para utilizar micro ARN en las investigaciones biotecnológicas qué podría ocurrir?
Realizar estudios más rigurosas es prioritario, con el estudio sobre el micro ARN del arroz y su capacidad de alterar el metabolismo del colesterol se demostraría que el principio de equivalencia sustancial se desmorona. Quizá en apariencia, peso y sabor un alimento tradicional y un alimento transgénico sean iguales, pero a nivel molecular son diferentes. Parece que no existe un verdadero interés por despejar todas las posibles incógnitas existentes en torno a los alimentos modificados genéticamente, el beneficio económico es más importante que la salud y la seguridad. Desde la revista Grist nos advierten del peligro y nos invitan a leer el artículo de la revista científica Nature para conocer más detalles sobre el estudio del micro ARN, lo demás son hipótesis y posibilidades que hay que tener en cuenta… hay que seguir tirando del hilo.
Foto | Rowan Peter