El perejil, es utilizado generalmente como un condimento que acompaña las comidas, o que adorna los más variados platos que servimos en nuestra mesa, pero a su vez, posee un amplio espectro de propiedades y beneficios para nuestro organismo que nos ayudan a mantenernos saludables.
El perejil, cuyo nombre científico Petroselinum sativum, es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Umbelíferas que se encuentra distribuida ampliamente por las zonas de clima templado de Europa y Asia, siendo también cultivada como condimento culinario por su aroma en países como Canadá, EEUU, Gran Bretaña, Hungría, Francia o Bélgica desde donde se exporta.
Se reproduce cada dos años como planta silvestre en linderos de caminos, muros o entre los sembrados, aunque si se cultiva se recogerá como planta anual.
El perejil se adapta a todo tipo de suelos, prefiriéndolos húmedos, con pH neutro, con tierra suelta, rico en materia orgánica y limpia de malas hierbas, aunque es habitual encontrarlo con otras finas hierbas como el perifollo, estragón o cebolleta.
La planta de perejil crece en forma de penacho hasta alcanzar una altura media de 35 cm (60 cm en suelos cultivados), con multitud de tallos de los que nacen 7 u 8 hojas planas en forma de trébol, rizadas o lisas dependiendo de la variedad, y de color verde oscuro.
Las flores, aplanadas y con tonos verdeamarillentos, tienen un tamaño medio de 6 cm y los frutos, empleados como semillas, son ovoidales de hasta 3 mm pudiendo guardarse durante 2 años.
El cultivo del perejil es sencillo iniciándose con el arado y abonado de la tierra y siguiendo con la siembra, que se puede realizar desde febrero hasta septiembre.
A partir de la plantación deben mantenerse frecuentes riegos, tanto antes como después de la germinación que tarda casi un mes.
Durante su crecimiento, aproximadamente 3 meses, es necesario ir eliminando las malas hierbas que proliferan con fuerza en los terrenos abonados y regados.
Los tipos de perejil son básicamente dos:
de hoja lisa o común (Petroselinum sativum latifolium) que presenta un sabor y aroma fuertes, se emplea habitualmente en la cocina Mediterránea; y perejil de hoja rizada o perejil chino (Petroselinum sativum crispum) de sabor suave y dulce, mucho más empleado en los países de habla inglesa.
Existe una variedad singular, mucho menos extendida, llamada perejil tuberoso o perejil de Hamburgo (Petroselinum crispum tuberosum), que se siembra para obtener su apreciada raíz blanca, consumida como una hortaliza. Esta variedad tiene hojas más grandes y rugosas que las del perejil común y más similares a la especie silvestre.
De sus usos en la antigüedad quedan referencias entre los griegos, cuyo significado sagrado era alegría, fiesta y también nacimiento o resurrección, por lo que los helenos colocaban ramos de perejil sobre las tumbas de sus difuntos para honrarles.
Además en La Ilíada aparecen referencias sobre esta planta, ya que la isla mágica de la ninfa Calipso estaba cubierta por una alfombra de perejil cuyo poder afrodisíaco empleó para seducir a Ulises y retenerlo a su lado durante varios años.
Los gladiadores romanos empleaban el perejil como fuente de fortaleza y astucia antes de los combates. Su valor medicinal queda recogido en los escritos de Dioscórides por su valor diurético y emenagogo (provocaba la menstruación).
También el naturalista Plinio nos cuenta que en época romana todas las salsas contenían perejil, condimento que llegó también en la cocina andalusí, ya que en la Península Ibérica reemplazó al cilantro (planta de la misma especie pero de sabor más intenso) en la elaboración de los platos tradicionales que aún se consumen en la actualidad en muchas zonas del sur peninsular.
Durante la Edad Media el perejil se asociaba a poderes mágicos, con la creencia popular de que si se mencionaba el nombre del enemigo mientras se arrancaba de raíz, este moriría de inmediato.
Carlomagno ordenó el cultivo de la planta en sus jardines por sus cualidades aromáticas y ayudó a difundirlo en la cocina de otros continentes, aunque no fue hasta finales del siglo XVII, cuando se incluyó como ingrediente destacado de las recetas francesas y adquirió prestigio y fama mundial como planta aromática saludable e incluso decorativa.
El perejil, cuyo nombre científico Petroselinum sativum, es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Umbelíferas que se encuentra distribuida ampliamente por las zonas de clima templado de Europa y Asia, siendo también cultivada como condimento culinario por su aroma en países como Canadá, EEUU, Gran Bretaña, Hungría, Francia o Bélgica desde donde se exporta.
Se reproduce cada dos años como planta silvestre en linderos de caminos, muros o entre los sembrados, aunque si se cultiva se recogerá como planta anual.
El perejil se adapta a todo tipo de suelos, prefiriéndolos húmedos, con pH neutro, con tierra suelta, rico en materia orgánica y limpia de malas hierbas, aunque es habitual encontrarlo con otras finas hierbas como el perifollo, estragón o cebolleta.
La planta de perejil crece en forma de penacho hasta alcanzar una altura media de 35 cm (60 cm en suelos cultivados), con multitud de tallos de los que nacen 7 u 8 hojas planas en forma de trébol, rizadas o lisas dependiendo de la variedad, y de color verde oscuro.
Las flores, aplanadas y con tonos verdeamarillentos, tienen un tamaño medio de 6 cm y los frutos, empleados como semillas, son ovoidales de hasta 3 mm pudiendo guardarse durante 2 años.
El cultivo del perejil es sencillo iniciándose con el arado y abonado de la tierra y siguiendo con la siembra, que se puede realizar desde febrero hasta septiembre.
A partir de la plantación deben mantenerse frecuentes riegos, tanto antes como después de la germinación que tarda casi un mes.
Durante su crecimiento, aproximadamente 3 meses, es necesario ir eliminando las malas hierbas que proliferan con fuerza en los terrenos abonados y regados.
Los tipos de perejil son básicamente dos:
de hoja lisa o común (Petroselinum sativum latifolium) que presenta un sabor y aroma fuertes, se emplea habitualmente en la cocina Mediterránea; y perejil de hoja rizada o perejil chino (Petroselinum sativum crispum) de sabor suave y dulce, mucho más empleado en los países de habla inglesa.
Existe una variedad singular, mucho menos extendida, llamada perejil tuberoso o perejil de Hamburgo (Petroselinum crispum tuberosum), que se siembra para obtener su apreciada raíz blanca, consumida como una hortaliza. Esta variedad tiene hojas más grandes y rugosas que las del perejil común y más similares a la especie silvestre.
De sus usos en la antigüedad quedan referencias entre los griegos, cuyo significado sagrado era alegría, fiesta y también nacimiento o resurrección, por lo que los helenos colocaban ramos de perejil sobre las tumbas de sus difuntos para honrarles.
Además en La Ilíada aparecen referencias sobre esta planta, ya que la isla mágica de la ninfa Calipso estaba cubierta por una alfombra de perejil cuyo poder afrodisíaco empleó para seducir a Ulises y retenerlo a su lado durante varios años.
Los gladiadores romanos empleaban el perejil como fuente de fortaleza y astucia antes de los combates. Su valor medicinal queda recogido en los escritos de Dioscórides por su valor diurético y emenagogo (provocaba la menstruación).
También el naturalista Plinio nos cuenta que en época romana todas las salsas contenían perejil, condimento que llegó también en la cocina andalusí, ya que en la Península Ibérica reemplazó al cilantro (planta de la misma especie pero de sabor más intenso) en la elaboración de los platos tradicionales que aún se consumen en la actualidad en muchas zonas del sur peninsular.
Durante la Edad Media el perejil se asociaba a poderes mágicos, con la creencia popular de que si se mencionaba el nombre del enemigo mientras se arrancaba de raíz, este moriría de inmediato.
La tradición popular dice que regalar perejil atrae la mala suerte, además su lento crecimiento le confiere un carácter misterioso que se recoge en el dicho "van siete veces con el diablo y vuelven otras siete antes de germinar".
Para evitar el mal agüero el perejil debe plantarse el Jueves Santo y ofrecerse un ramito a San Pancracio para que además atraiga el dinero.
También se cuenta que estando San Francisco de Asís enfermo y con poco apetito le preguntaron: "¿Qué te gustaría comer, padre?" a lo que el santo respondió: "Si tuviera perejil, intentaría comer un trozo de pan con él" y "con lo poco que tomó, se reanimó mucho" mitigando así las nauseas que le producían la anemia que sufría.
Actualmente los usos del perejil son fundamentalmente culinarios, aunque la medicina natural está recuperándolo contra algunas dolencias por la gran cantidad de vitaminas y minerales que presenta.
Las hojas de todos los tipos de perejil son ricas en vitaminas A, B1, B2, C, E y D, siempre que se consuman en crudo, ya que la cocción elimina parte de sus componentes vitamínicos.
Si bien el perejil suele cocinarse (mejor levemente, de modo que conserve su aroma), igualmente se puede comer crudo, por ejemplo en la ensalada "tabouleh", típica de la cocina libanesa.
El perejil también tiene un gran contenido de ácido oxálico, licina, pro caroteno, aceites esenciales como el apiol y la miristicina, flavonoides esencial para considerar al perejil un excelente antioxidante, fósforo, calcio, hierro, entre otros.
Desecadas a la sombra y resguardadas de la humedad, son insustituibles para el uso culinario, como también por sus propiedades diuréticas. Naturalmente, debe darse preferencia al perejil fresco; pero el seco es un recurso útil en lugares o estaciones en que es imposible conseguirlo recién cogido.
El perejil verde no debe triturarse nunca con un cuchillo, pues basta desmenuzarlo con los dedos: así conserva su hermoso color verde.
No debe consumirse como medicamento o suplemento en mujeres embarazadas. Aceite, raíz, hojas o semillas de perejil pueden llevar a una estimulación uterina, de allí, se le consideró durante muchos años una planta maldita por tener virtudes que acaban con el embarazo. Hoy día es una hierba digna de tener en cuenta por numerosas razones.
USOS TERAPÉUTICOS DEL PEREJIL
El perejil es un excelente diurético, además presenta propiedades de emenagogo y anestésico, principalmente de aplicación externa. Otra propiedad medicinal de la planta del perejil es la carminativa. Esta especie también posee propiedades digestivas.
El perejil es considerado como un afrodisíaco natural, además aumenta la producción de estrógenos, por lo cual es muy recomendado, en especial para las mujeres en la etapa de la menopausia.
Para las personas nerviosas, debilitadas o anémicas, le hace bien sazonar sus comidas con perejil y comerlo a destajo, ya que contiene mucho hierro.
Es importante saber que 25 gr de perejil equivale a un churrasco o filete de carne vacuna. Cuenta además, con ácido fólico que colabora en la formación de hematíes (glóbulos rojos).
Ingerir por día 25 gramos de perejil cubre el 70% de las necesidades diarias de vitamina C y el 30% de vitamina A. Esto es importante ya que generalmente asociamos como fuente de vitamina C a la naranja y a los cítricos. Y si bien esto es correcto, también es bueno saber que contamos con hierbas tan comunes como el perejil que nos ayudan a incorporarla.
El perejil posee propiedades digestivas, por lo cual estimula a función biliar facilitando la digestión. Debido a lo anterior es muy útil para tratar casos de estreñimiento y problemas digestivos en general.
El perejil es un excelente diurético, por lo cual resulta muy aconsejable de consumir en caso de presentar infecciones urinarias o cistitis. Además, es muy útil para prevenir la aparición de cálculos renales. Al facilitar la eliminación de líquidos, el perejil resulta ser un excelente depurador del organismo.
Medicinalmente, se emplean la raíz, las hojas, el jugo y las semillas.
Las raíces del perejil, del grosor de un dedo, frescas o secas, en dosis de 15 a 20 gramos por litro de agua en infusión, son excitantes y estimulantes del apetito. También lo son en cocimiento a razón de 30 a 60 gramos por litro de agua, pero en este último caso, además, provocan el sudor y la secreción de la orina, de modo que prestan un buen servicio en los infartos del hígado y enfermedades similares.
Las hojas en infusión, a razón de 15 a 20 gramos por litro de agua, o bien en polvo, a la dosis de 2 gramos, o, finalmente, en jarabe, de 3 ó 4 cucharadas, son resolutivas y estimulantes del apetito y del organismo en general.
Para disminuir la leche materna, es suficiente aplicar sobre el seno una cataplasma a base de hojas frescas y tallos de perejil, y más todavía haciendo uso de la infusión de las semillas.
La aplicación de las hojas de perejil picadas, puestas en el lugar de la picadura de una abeja, disipa rápidamente el dolor y la inflamación. Además, su jugo es un magnífico repelente de mosquitos.
Machacadas con un poco de sal e introducidas en forma de bolita en el oído del lado en que se padezca dolor de muelas, suelen calmarlo, gracias a un efecto revulsivo que se ha podido observar muchas veces en la práctica.
El jugo del perejil, además de ser emoliente y diurético, posee propiedades febrífugas inobjetables. Se administra en dosis de 150 a 200 gramos en el momento del acceso; es útil, sobre todo, para combatir las fiebres de primavera y otoño.
Del perejil se extrae un líquido aceitoso, el apiol, substancia semejante al alcanfor, y que se usa contra las fiebres intermitentes y las neuralgias.
Las semillas del perejil consiguen notables efectos tónicos, anti nerviosos, anti flatulentos y excitantes. También combaten las neuralgias y la atonía estomacal. Se toman en infusión, 10 gr de semillas y ½ litro agua Se calienta hasta la ebullición y se toman 3 tazas diarias.
Para calmar el mal de dientes provocado por las caries, se tritura un poco de perejil, mezcla una gota de aceite de oliva y una punta de sal. Con el preparado obtenido se debe poner en el diente en cuestión.
Debido a las características aromáticas de esta planta, es muy utilizada para tratar problemas de mal aliento, para esto se deben masticar algunas hojas de perejil durante el día. Para calmar las encías inflamadas, frotar sobre ellas hojas de perejil.
Para detener la hemorragia de la nariz, se debe introducir en ella un copo de algodón bañado con el jugo del perejil.
El dolor de oídos se atenúa si se introduce en la oreja un algodón empapado en jugo de perejil.
El perejil es una planta muy buena para combatir el acné en general.
Las sombras oscuras debajo de los ojos se solucionan con sólo deslizar un cubito de perejil congelado sobre ésta área delgada y delicada. Has los cubitos, picando el perejil en pedazos y mezclarlo con agua.
Después hecha la mezcla de agua y perejil dentro de un molde de cubitos de hielo limpio. Luego, cuando estén congelados, los cubitos están listos para usar. Lo frió del hielo reduce la hinchazón al mismo tiempo que la clorofila del perejil minimiza el color oscuro.
BAÑO DE VAPOR DE PEREJIL
Esta receta para un baño de vapor de perejil es especialmente buena para deshacerse de los puntos negros. Se prepara una olla con agua y se pone a hervir. Cuando hierve se quita del fuego.
Ahora se pone el perejil en la licuadora para machacarlo. Ponga el perejil machacado en la cara sobre las zonas problemáticas y acerque la cara al vapor. Puede ponerse una toalla tapando la cabeza para que no se escape el vapor. Permanezca así por cinco minutos. Proceda a exfoliarse con su exfoliante natural favorito.
REMEDIO POPULAR CONTRA LA GANGRENA Y LAS ÚLCERAS PÚTRIDAS
3 cucharadas de jugo de perejil
1 cucharada de sal fina de cocina
1 cucharada de pimienta molida
500 gr de vinagre muy fuerte
Preparación: Se macera todos los ingredientes durante 8 días; en este líquido se empapan vendas que se aplicarán sobre la parte enferma. Deben renovarse con frecuencia.
De El Herbolario de Cesar