Especialistas aseguran que su temprana introducción en la dieta de los niños puede tener distintas implicancias en la salud ya que las grasas de la leche de vaca son para el bebé más difíciles de digerir y absorber. Preocupa que en el país 4 de cada 10 madres la suministran a sus hijos
En la Argentina, datos observacionales de centros especializados indican un creciente uso de la leche de vaca en menores de un año.
Una encuesta reciente realizada por Opinaia observó que el 37% de las madres argentinas encuestadas alimentaron con leche de vaca a sus bebés antes del año, señalando como principales motivos la dificultad para amamantar y el hecho de que les resulta más económica que las de fórmula infantiles. La encuesta incluyó a más de 400 madres entre 20 y 40 años.
La leche de vaca no debería introducirse en la alimentación de un niño menor de un año; ya que contiene excesiva cantidad de proteínas (que en edades tempranas contribuye a la obesidad), alto contenido de sodio, y escasa cantidad de hierro y de ácidos grasos esenciales.
La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) afirma además que las proteínas y las grasas de la leche de vaca son más difíciles de digerir y absorber por parte del bebé.
“Ante la imposibilidad de la lactancia materna, se recomiendan las fórmulas infantiles como una opción segura“, confirmó la doctora Meni Battaglia pediatra y vocera de la Asociación de Empresas de Nutrición Infantil (ANI).
Los datos de la encuesta advierten sobre una percepción equivocada en cuanto al costo de las fórmulas infantiles, ya que el precio de estos productos es en general equivalente al de los alimentos del día a día de la mesa familiar. “El costo de las fórmulas infantiles suele ser una de las principales razones por las que las madres prefieren el uso de leche entera de vaca (LEV) en menores de un año. Pero es importante tener en cuenta que el consumo de este tipo de leche, a esta edad puede traer implicancias negativas en la salud de los niños, como anemia, sobre carga renal, lesión intestinal”, aseguró la doctora Luciana Meni Battaglia,
Las grasas son esenciales para el adecuado desarrollo de los niños, fundamentalmente de su Sistema Nervioso Central. Es por ello, que no deben restringirse durante los primeros dos años de vida. La leche de vaca tiene pocas grasas esenciales, a diferencia de la leche materna que tiene ácidos grasos esenciales que son necesarios para el adecuado desarrollo del Sistema Nervioso y la visión. Cuando la lactancia no es posible o no es exclusiva, los especialistas indican que se debe recurrir a fórmulas infantiles.
La introducción dela leche de vaca antes de los 12 meses de vida, puede tener además otras implicancias negativas en la salud de los niños. Entre ellas:
• Anemia: la leche entera de vaca no es una fuente importante de hierro, y la capacidad del organismo para absorberlo es baja. Con la leche materna, si bien es poca la cantidad que contiene, el hierro es mejor absorbido y utilizado por el organismo.
• Sobrecarga renal: la leche de vaca en su composición presenta una cantidad de proteínas que resulta excesiva paralas necesidades de los lactantes, que junto con el sodio, el potasio, el cloro y el fósforo, generan una sobrecarga renal importante.
• Lesión intestinal: la leche de vaca en la dieta del lactante puede causar pérdida de sangre oculta en materia fecal por daño de la mucosa intestinal.
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