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En lugar de estar "a la cola" como sugiere su nombre, el Equisetum arvense se halla a la cabeza de las plantas medicinales, debido a sus múltiples beneficios.
Hace cientos de millones de años, cuando los dinosaurios reinaban en el planeta y los seres humanos estaban muy lejos de aparecer en la faz de la Tierra, la cola de caballo alcanzaba un tamaño colosal y formaba densos bosques.
Esta hierba, cuya denominación de equiseto hace alusión a su semejanza con las crines equinas, es uno de los vegetales que tiene más utilidades y tradición entre las plantas medicinales: ya en la antigua Grecia se conocía su capacidad de sanar y cicatrizar las heridas y Galeno, uno de los padres de la medicina, la empleaba hervida para curar los tendones doloridos.
Hoy, la cola de caballo es una de las hierbas más consumidas en el mundo, con distintas indicaciones, debido a su variedad de acciones terapéuticas, centradas en la regeneración de los tejidos.
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TODO SOBRE LA PLANTA.
Esta hierba perenne sin flores, tiene dos tipos de tallos. Unos son fértiles, miden de 10 a 20 centímetros de altura, aparecen al inicio de la primavera, no se ramifican y terminan en una espiga de esporas de color beige. Los estériles, que se usan en fitoterapia: son más grandes, de 20 a 80 centímetros, de color verde, huecos, con nudos escamados de los cuales surgen sus hojas.
La “cola de caballo” crece en los lugares húmedos de Europa, Asia, África y América del Norte, en suelos arcillosos, no muy apartada del agua, en las orillas de ríos y arroyos, y campos encharcados y en los alrededores de pastizales.
Sus tallos estériles se recolectan en verano, se dejan secar a la sombra, en manojos colgados y se descartan las partes descoloridas. Se suelen conservar en bolsitas que exhalan un aroma similar a la manzanilla. Con los tallos desecados y triturados se elaboran desde infusiones, decocciones, jugo fresco, jarabes, extractos fluidos y en polvo, tintura y cápsulas, hasta cremas, lociones, lavativas y nebulizaciones.
La "cola de caballo" es una planta muy rica en sales minerales: además de silicio, contiene abundante potasio. Otros de sus principios activos saludables son los sapónidos, flavonoides y alcaloides, entre ellos, la nicotina, muchos de los cuales poseen comprobados efectos protectores y curativos.
POR QUÉ CONVIENE TOMARLA.
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También ayuda a perder peso. Además de sus cualidades diuréticas, que contribuyen a eliminar el exceso de líquidos, lo cual supone una pérdida sustancial de peso al comienzo de los regímenes para adelgazar, ayuda a eliminar las toxinas, lo cual ayuda a recuperar el equilibrio corporal e influye favorablemente para eliminar el sobrepeso.
El equiseto fortalece las uñas y cabellos. Contribuye a aumentar el crecimiento, mejorar el aspecto y corregir la debilidad de las uñas, manteniéndolas firmes, y del cabello, evitando que aparezcan canas, debido a su contenido de sílice, un componente clave del tejido conjuntivo que forma estas partes del cuerpo.
Esta hierba es útil para curar las lesiones y hemorragias. Su capacidad astringente, de encoger o contrae los tejidos, debida a sus taninos, la hace adecuada para cicatrizar y cerrar las heridas sangrantes, frenar las hemorragias nasales y curar las úlceras cutáneas. Además es útil en diarreas, inflamaciones y enuresis.
Asimismo tiene capacidad para reforzar los huesos y articulaciones. La salud y recuperación de los huesos y tejidos cartilaginosos, como son los tendones, cartílagos y fibras de colágeno, dependen de un buen aporte de sílice, por lo que el equiseto puede ayudar a prevenir la pérdida de masa ósea, curar fracturas y lesiones articulares, en combinación con los minerales necesarios y tratamientos prescritos por el médico.
Al actuar positivamente sobre la flexibilidad de los tendones y las paredes vasculares, el equiseto también es un buen reconstituyente para los deportistas que someten sus ligamentos a duras pruebas, como los tenistas, ciclistas, corredores.
LA GRAN ALIADA DE LA PIEL.
Esta planta es un cosmético natural que actúa "desde dentro" del organismo. Beneficia la epidermis por dos caminos: su silicio ayuda a mantener y recuperar la salud del tejido conjuntivo que forma la piel, mientras que su acción desintoxicante y limpiadora de las vías urinarias, ayuda a depurar la sangre, y en consecuencia, a evitar la llegada de toxinas que la enferman.
Por ello ayuda a combatir los hongos, eccemas y herpes, a frenar el envejecimiento cutáneo, y a prevenir y atenuar las estrías, al regenerar los tejidos dañados por las variaciones de peso, la celulitis, el embarazo, y los desequilibrios hormonales.
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SILICIO, EL GRAN SECRETO.
El equiseto es un gran remineralizante, útil para reponerse de la fatiga, lesiones, convalecencias o de un mayor esfuerzo físico. Buena parte de sus propiedades medicinales se deben a su riqueza en silicio o sílice. La planta contiene un alto porcentaje de distintas formas de esta sustancia, como el silicato, un mineral que está presente en muy poca cantidad en el cuerpo humano, pero resulta vital porque fortalece la regeneración de los tejidos.
El silicio forma parte de casi todas las partes del cuerpo, desde el cerebro, los huesos, cartílagos y tendones, hasta los pulmones, los músculos, la piel, los cabellos, las uñas y tejidos conjuntivos.
Su presencia normal en el organismo garantiza la salud y reparación de los tejidos; su deficiencia ha sido relacionada con alteraciones en los dientes y huesos, y una baja resistencia física.
La "cola de caballo" también contiene potasio, una de las sales minerales que más recomiendan tomar los médicos en forma de suplemento dietético para compensar la eliminación de esta sustancia debida a la mayor pérdida de líquido por el aumento de orina, sudoración o diarreas y vómitos. El potasio no sólo es esencial para la salud de los músculos, sino que además ayuda a prevenir la hipertensión arterial, según estudios recientes.
LO QUE HAY QUE EVITAR.
La “cola de caballo” tiene muchas ventajas pero también algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta al consumirla.
Los expertos aconsejan evitar el consumo de extractos de la planta durante más de seis semanas, salvo bajo control profesional, o fuera de las dosis indicadas, ya que puede irritar el tracto digestivo. Tampoco hay que tomarla, si se está embarazada o en lactancia, ya que los principios activos del equiseto pueden pasar al feto o al recién nacido.
Si las mucosas gástricas están irritadas, porque son frágiles o se ha ingerido alcohol, una comida copiosa o picante o fármacos como la aspirina o un antiinflamatorio, hay que evitar tomar esta planta, porque puede agravar el problema. El empleo prolongado y a dosis altas de la hierba también puede irritar el tracto urinario.
RECETAS URGENTES.
No se recomienda la planta en casos de dolencias cardíacas o renales graves, gastritis o úlcera gastroduodenal, y aunque existen varias especies afines de equiseto cómo el E. hiemale, E. Maximun, E. Debile, con propiedades similares, es recomendable usar siempre el Equisetum arvense: la "cola de caballo" genuina, cuyos efectos y eficacia han sido estudiados.
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Para tratar los hongos, hay que triturar y mezclar a partes iguales, cola de caballo, calaguala, bardana, jabonaria y zarzaparrilla. Poner las hierbas a hervir, calculando una cucharada sopera de preparado por cada taza de agua, cuando el líquido entra en ebullición y mantenerlas en reposo, tapadas, durante 10 minutos. Hay que tomar una taza de esta bebida en ayunas y otra antes de acostarse, para depurarse y curar mejor la infección.
En caso de heridas, hay que mezclar 20 gramos de cola de caballo con iguales cantidades de caléndula, milenrama, rabo de gato y consuelda. Después, vertir 50 gramos de mezcla por litro de agua hirviendo, dejarla en ebullición durante 10 minutos, filtrar el líquido y aplicarlo sobre las zonas lesionadas hasta cuatro veces al día, para que cicatricen.
Publicado por maria angelica sassone