Como probablemente sabes, no debes de dejar de tomar los medicamentos que te receta el médico para el tratamiento de cualquier condición, sin su aprobación. Pero conviene que estés consciente de que algunos de esos mismos medicamentos pueden tener un efecto secundario que, seguramente, ni te imaginabas.
Muchos de los medicamentos que se toman comúnmente para el tratamiento de condiciones crónicas como la hipertensión, la diabetes o los trastornos del estado de ánimo, pueden tener un efecto con el que probablemente no contabas: el aumento de peso.
A finales de la década de los 90, el Dr. Lawrence Cheskin (hoy director del Johns Hopkins Weight Management Center, en Baltimore) realizó un estudio inicial sobre los medicamentos recetados y la obesidad. Su conclusión: algunos medicamentos dan mucha hambre y provocan desde el principio, un aumento de peso significativo. En otros, los cambios son menos marcados, y algunos, incluso, hacen bajar de peso.
Pero ajustar o cambiar los medicamentos no es siempre un asunto sencillo. Para ayudar a facilitar las cosas, Ryan Roux, director de farmacia del Harris County Hospital District, en Houston, preparó con su grupo de farmacéuticos una lista de los medicamentos que aumentan el peso y de los que son neutrales o lo reducen.
Compartimos aquí contigo los detalles de esa lista. ¿Estás tomando alguno de estos medicamentos?
Medicamentos antidepresivos
- Provocan aumento de peso: Paxil (paroxetina), Zoloft (sertralina), amitriptilina (Elavil) y Remeron (mirtazapina).
- Neutrales para el peso o que provocan pérdida de peso: Wellbutrin (bupropion) y Prozac (fluoxetina).
Medicamentos para los trastornos del estado de ánimo
- Entre los antipsicóticos que causan aumento de peso: Clozaril (clozapina), Zyprexa (olanzapina), Risperdal (risperidona) y Seroquel (quetiapina). También aumentan de peso el litio, el ácido valproico (Depakote) y la carbamazepina (Tegretol).
- Lo mismo ocurre con algunas medicinas con efectos hormonales, como los antipsicóticos y los esteroides, que tienen efectos sobre el cerebro, y como el control del apetito es una función cerebral, el paciente siente más hambre. Algunos como Zyprexa, que se usa para tratar la esquizofrenia y el trastorno bipolar, provocan un aumento de peso de nueve kilos (unas 20 libras) o más,
Medicamentos antihipertensivos.
- Provocan aumento de peso: Lopressor (metroprolol), Tenormin (atenolol), Inderal (propranolol), Norvasc (amlodipina) y clonidina (Catapres).
Medicamentos corticosteroides.
- Provocan aumento de peso: la prednisona y la metilprednisolona, que se usan para tratar enfermedades como la artritis reumatoide, el asma y algunos tipos de cáncer. Los esteroides hacen que los tejidos retengan sal y líquidos y se acumule la grasa, especialmente alrededor del tronco. Si te ocurre eso, habla con tu médico para ver si puedes tomar el medicamento en dosis más bajas, o un día sí y otro no. Pero si eso no es posible, debes seguir tomándolo en las dosis indicadas.
Medicamentos para la diabetes.
- Provocan aumento de peso: la insulina y medicamentos orales como Actos (pioglitazona) y Amaryl (glimepirida).
- Neutrales para el peso o que provocan pérdida de peso: Byetta (exenatida), Januvia (sitagliptina), Symlin (pramlintida), Precose (acarbosa) y metformina (Biguanides).
Medicamentos antiepilépticos.
- Provocan aumento de peso: carbamazepina y Neurontin (gabapentina). Alternativas posibles son Lamictal (lamotrigina), Topamax (topiramato) y Zonegran (zonisamida). Estos medicamentos previenen las convulsiones.
- Algunos como el Topamax (topiramato) también pueden causar pérdida de peso).
Esta información quizás te ayude a comprender por qué has ganado peso desde que comenzaste tu tratamiento con esa medicina en particular. Pero te advierto que andes con cuidado. Por mucho que contribuyan a aumentar de peso los medicamentos que necesitas, no caigas en la tentación de dejar de tomarlos cuando te sientas mejor.
Tal vez hacer algunos cambios en tu alimentación pueda contrarrestar el aumento de peso. Trata, por ejemplo, de incluir en tu dieta más fibra y más agua y de reducir las calorías, preferiblemente distribuyéndolas en varias comidas ligeras al día en lugar de una o dos comidas abundantes y no te olvides de la importancia de la actividad física si no hay contraindicaciones en tu caso particular.
Y, muy importante, tampoco reduzcas las dosis ni sustituyas un medicamento por otro por tu cuenta. Combatir la obesidad es esencial para tu salud, pero cualquier cambio que hagas en los medicamentos debe ser por indicación específica de tu médico, habla con él o ella. ¡Toma este consejo muy en serio!