El sistema inmunológico está compuesto de billones de células cuya única tarea es protegernos contra las agresiones de cualquier tipo, ya sean gérmenes o contra la proliferación de células cancerosas. Se producen agresiones a nuestro cuerpo de muchos tipos y cada segundo nuestro sistema inmunológico se tiene que resolver algún problema.
Cuando tenemos una infección o una gripe nuestro organismo debe luchar contra los diversos bacilos, cocos o vibriones, pero quizás nuestro cuerpo esté en un mal momento y no pueda dar pelea. Por eso es conveniente fortalecer el sistema inmunológico antes de que que lo ataque alguna enfermedad.
Cómo mejorar nuestro sistema inmunológico
No es tan difícil fortalecer nuestro sistema inmunológico, considerando que tenemos a nuestra disposición una farmacia verde, es decir, las plantas que crecen a nuestro alrededor. Es más fácil optar por los métodos de protección natural (una correcta nutrición, recursos naturales) que por los antibióticos, que, además de la ayuda que proporcionan, destruyen ciertas bacterias útiles para el organismo (por ejemplo las del tracto intestinal).
Plantas recomendables para fortalecer nuestro organismo
Árnica
El árnica tiene, además de efectos estimulantes del sistema inmunológico, una función antibiótica poderosa para tratar infecciones. Se usa especialmente como tintura, que se puede comprar en cualquier farmacia natural. Se recomienda para quienes no tengan problemas de salud importantes pero quieran evitar resfriados. Aumenta la inmunidad de quienes ya están sufriendo gripe, faringitis, amigdalitis, bronquitis y sinusitis. Crece en las llanuras altas de las montañas.
Echinacea
La echinacea aumenta la capacidad del organismo para resistir infecciones y actúa como una vacuna natural contra la gripe. Las especies con flores rojas son las que se usan normalmente. Actúa rápidamente (en unos días) y no tiene efectos secundarios.
Se usa como tintura o polvo, obtenido por maceración de la planta. Algunas personas han optado por ella para tratar un resfriado y han advertido que también les curó otras infecciones, como la sinusitis o infecciones de tipo renal.
Mejorana
La majorana aumenta rápidamente la temperatura del organismo, lo que ayuda al sistema inmunológico. El té de mejorana puede detener un resfriado y traer una gratificante relajación muscular. Seguramente transpires durante el tratamiento, que debe durar entre 1 y 3 días.
Se recomienda para quienes sufren de sensibilidad al frío y para quienes tienen una mala circulación periférica. Es una planta aromática, también usada como especia.
Frijol negro
Los frijoles negros, tan sabrosos, no son la única "parte buena" de los arándanos, sino también sus hojas y tallos. Con ellos, las vitaminas A, E, F, PP y B (B1 y B2) pueden ser más fácilmente asimilables.
Los efectos terapéuticos del frijol negro son múltiples: regeneración de vasos sanguíneos, neutralización de infecciones intestinales y protección contra la radioactividad. Se pueden encontrar en zonas de montaña, a mayores alturas.
Maleza
Los efectos curativos de la maleza son conocidos desde la antigüedad. El jarabe y el té son muy energizantes y aumentan la resistencia del organismo a las enfermedades. Los productos basados en ella (té de frutas, brotes, jarabe o aceite) inciden positivamente en los procesos de ajuste del organismo y proporcionan una mayor inmunidad.
También se usa para tratamientos de estómago y duodeno. Es un arbusto que crece especialmente en suelos ricos en sal.
Repollo
El repollo además de su reconocida finalidad de despabilar a aquellos que abusaron del alcohol, ayuda en el tratamiento de varias enfermedades o afecciones: estreñimiento, presión arterial baja, una digestión difícil o estados febriles.
Para obtener una mayor inmunidad contra el frío, es recomendable consumir entre 1 o 2 vasos de caldo agrio de repollo al día. Bebido en grandes cantidades, el caldo ajusta la temperatura del cuerpo y estimula la inmunidad.
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